Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 205 habian separado de la senda trazada por la lealtad i por la virtud al ver esta tácita aprobacion del cielo sobre la nobleza de su causa. Mas bien pronto olvidaron los independientes esta estrepitosa leccion i se les vió caminar bajo el pie de la mas segura confianza en el triunfo reciente– mente conseguido. Antes de referir las operaciones del virei desde sus nuevo cantones i las de los defensores del Callao, daremos una vista aunque rápida de las emprendidas por los llamados patriotas en las provincias del Sur. El 13 de marzo se babia hecho á la vela desde Huacho lord Cochrane llevando á bordo del San Martín 500 infantes i 80 oldados de caballería desmon– tados, mandados unos i otros por el teniente coronel Miller. En la noche del 21 del mismo mes desembarcó en Pisco esta columna reforzada por los soldados de marina de la e cuadra i ya el dia 26 fue atacado el capitan Videla que se hallaba en Chincha con una compañía i algunos caballos por un destacamento realista que se babia aproximado á su reconocimiento Informado el virei del desembarco de estas tropas mandó salir de Lima al coronel García Camba para rechazar sus ataques. Se situó este gefe en Ch'ncha alta ocho leguas al Norte de Pisco en cuyo último punto habían establecido los independientes. Reforzado asimismo Miller on algunos esclavos negros que halló todavía en las haciendas estuvo manio– brando varios dias sin atreverse á venir á las manos con lo realistas i e pasaron algunos mas en simples escaramuzas por haber caido enferm simultáneamente los gefes de ambas divisiones. Si bien los patriotas e i– taron el combate no dejaron por eso de ejercer con fruto su e píritu de rapacidad: cien e clavo 6.000 duros 500 botijas de aguardiente 1.000 cargas de azucar, gran cantidad de tabaco i otros varios géneros robados de la haciendas perteneci en ó no á españoles ó naturales del país, fueron el primer fruto de aquella correría. Agravándose la enfermedad de Miller i hallándo e la tercera parte de u columna atacada del mismo mal endémico de aquel país se r olvió u reembarque que se verificó el 22 de abril con la esperanza de que un paseo marítimo les volverla la salud de la que les babia pri ado aquel in a– lutüero clima. Se hallaba e te convoi en 6 de mayo á 25 ó 30 millas de Arica cuando habiendo sobrevenido una gran calma i hallándo e el citado Miller aliviado de sus dolencias del mismo modo que sus tropas determin' hacer algunas tentativas de desembarco en aquellas co ta . us do primero ensayo tuvieron para costar la vida á e te g fe i á una porcíon de sus soldados que favorecidos por la oscuridad de la noch : lograron de mharca.r entre las rocas. Todo el afan de lo patriota dirijía á apod rar de una por ion de recuas que hahian i to pa ar en dir ion de la itada ciudad d Arica , i que uponian iban argada~ d plata ó d obj to pr cío mas la d medida codi ia a i iempr e tr lla n la in ensatez de los que dejan dominarse por ella; i asi

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