Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú
HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 3 esperanza contra los esfuerzos de Pizarro, atacaron violentamente su pa· lacio, se apoderaron de su persona, lo encerraron en una prision, i lo for– zaron á abdicar el mando. El gobernador intendente de Potosí don Francisco de Paula Sanz no se atrevió á dar un paso para sofocar la insurreccion de Charca te– miendo sin duda salir desairado en su empre a contra un pueblo tan de· cídido i resuelto, que se preparaba á oponer á las bien concertadas ma– niobras de una tropa bizarra i perfectamente disci linada una re istencia furiosa, i todos los recursos de un despechado compromiso. Mientras que dicha ciudad de Charcas staba ardiendo en el mas vivo fuego revolucionario aparentaba u Real audiencia una f>Dgañosa cal· ma , i trataba de convencer de la ce a ion de Jos de. órdenes al virei de B1 e– nos-Aires, á fin d paralizar con tos al os informe todo fuerzo que pudiera hacerse para tomar la debida satisfaccion de a ella tropelías. Los motivos alegados de su alzamiento eran m i parecido á lo de los otros paises que se fueron r volucionando uce i amente. parente fi. delidad á Fernando 11 d cision por onservarl aquellos dominios para cuando saliese de u cautiverio fingida so pechas de que las autorida– des legitimas trataban d pro a ar la soberanía d la Ca a de Bragan– za, formacion de juntas independi ntes para pr ervar e de uno a– les, inventado por una fal a apr hen ion i os enido por la intriga: hé aquí los m dio de qu vali ron lo conspirador n todo el vireinato de Buenos-Aires i del Perú para lle ar ade ante u p1ane de infidencia. Los apóstol de la re olucion de Charca Pare cerri- a Lanza i otros mucho partí ron inmediatamente para la demas pro– vin ias del Alto Perú á contaminarla c n su engaño a educcion. De to– das part fu r p lida . u ofi io a inter encion meno de la ciudad de la Paz. La mandaba por d gracia á aqu lla azon un as or octogenerio i las armas taban confiadas á un oficial uhalterno del fijo de Buenos-Aires con un puñado de v terano ind p ndientemente de un batallon de mi– licias cuya disciplina i arr a o hallaba asimismo en 1 mayor d cuido. Las tentativas del co · ionado de la Audiencia de Charcas no produjeron al prin ipio 1 r ultado qu prom tia· p ro al fa or de la imprevision i falta d precau ione d 1 crob rnant talló el fu go de la sedicion en la noche del 16 d julio rpr ndi ndo lo conjurado al centinela i guar– dia d prev ncion i ap d rándo e d la fuerza armada i del gobierno. A u cons cu ncia ITTo la r nuncia del a or i d l obispo se cr ' una junta co 1 nomhr d Tuitiva fueron a~egado cuatro indi- .duos al ayun ami nto d pu to ario mpl ado público nombrados otros gef i ah militar nviado nu o uhd 1 aado i comandantes á los partidos tomadas didas d def nsa i dilapidado lo fondos públicos.
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