Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 217 Pesde que salió para lea la indicada espedicion de Tristán había em– pezado Arenales á amagar un movimiento sobre la siena, i babia procurado dar á éste ardid militar toda la posible publicidad, para que llegando á no– ticia de Canterac no se moviese de sus cantones, proponiéndose como se– gundo objeto la creacion de guerrillas para hostilizar á sus contrarios. Convencido el virei de que solo con un pronto despliegue de fuerzas i de Hctividad podia evitai·se la terrible borrasca que le amenazaba si los espe– dicionarios llegaban á fijar sólidamente el pie en el referido punto de lea i á adelantarse hasta Parinacochas, en cuyo caso quedai·ian espuestas á er interceptadas las comunicaciones del ejército con el resto del Perú, eria mui fácil la invasion de la provincia de Huamanga, i podria es– tenderse rápidamente el fuego sedicioso por todo el resto del vireinato 1 dispuso que el brigadier V aldés ( 1) se pusiera en marcha desde Caraveli en donde se hallaba, para que tomando á sus órdenes una columna que debía salir de Huamanga al mando del coronel Rodil, i otra division del valle de Jauja, diese un golpe decisivo al confiado Tristán. Aunque dicho virei solo babia ordenado la salida del brigadier Carratalá del citado valle de Jauja, creyó el general en gefe Canterac, que aquella empresa tan importante podria aumentai· el catálogo de sus ilus– tres hechos; i ansioso por dar mayor estension á su gloria guerrera, e puso en marcha en 26 de marzo con 1200 infantes, 600 caballos i 3 piezas de artillería. Usando de una celeridad increible á fin de ocultar el objeto de u movimiento, i superando los terribles obstáculos de la frígida cordillera on la misma felicidad con que en otras muchas ocasiones babia verificado aquel escabroso i terrible paso llegó el 6 de abril al pueblo del Cármen alto distante dos leguas i media del espresado punto de lea sin que los ene– migos hubieran podido adquirir la menor noticia de lo. elemento que constituían aquel cuerpo realista. Despues de haber dado descanso á sus tropas sin embargo de la gran d igualdad que observaba en ellas pasó al anochecer á interponer e en el camino de lea, á Lima para impedir que el enemigo eludie e el combate con una pronta fuga ó bien para atacarlo al dia siguiente dentro del pueblo sino había int ntado algun movimiento. Al llegar á la una de la no he á la hacienda de la Macacona ituada n dicho amino fu orprendido el ganado de los insurjente por 1 coronel Loriga que upo por los mismo conductore que aquellos hahian ya principiado su r tir ada. ali n o Canterac al momento de lo call jones, que forman el frenL d dicha h a- ·i nda por medio d varios cercados de tapias, i re onociendo on la opaca (1) En honor d l rdad i de Ja j u ticia d b decirse que los gefes del Alto Perú no tuvieron a cen o alguno hasta tr e me e d spues d la deposición del irei P zuela, ni e hizo inno a ión alguna e encial en la admini tración ha ta que e hubo recibido la aprobación del gobi rno de la península obre aquello uce o.

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