Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 235 Durante la ausencia del titulado protector del Perú se suscitó una seria conmocion en Lima que tomó por blanco el esterminio del ministro de Estado Monteagudo; de este tigre sediento de sangre, que no contento con derramar copiosamente la de los desgraciados españoles que ge– mian bajo su feroz cuchilla, se habia propasado á ejercer toda clase de tropelías i estorciones contra los mismos peruanos, por los que fue arro– jado del alto puesto que ocupaba con gran peligro de su vida i obligado á embarcarse en el Callao para Guayaquil Parece que en la odiosa persecucion de este génio sanguinario tuvo asimismo una parte mui activa la vulgar creencia de que iba preparando los negocios públicos para allanar á su ídolo el camino del trono ( 1). Fue por lo tanto mui grande el desagrado de éste cuando al regr esar á Lima en 19 de agosto tuvo conocimiento de aquellos escesos p pulares. Todos temian que se entregase á sus violentos impulsos de venganza, i se confirmaron en esta opinion cuando se le vió reasumir el mando supremo á los días de su llegada; mas pronto se tranquilizaron de estos temores cuando en el mismo dia 20 de setiembre en que fue instalado el con– greso á virtud de una convocatoria anterior, se ió á dicho San Martin pre entarse con toda la pompa propia de la soberanía en el salon de los diputados, i d espojándose de la investidura suprema, renunciar su auto– ridad ante aquella corporación. Habiéndose retirado en aquel mismo mo– mento á su usurpada casa de campo de la Magdalena pa ó dos hora d spues una diputacion del referido congreso á espresarle la gratitud del pueblo peruano, i á llevarle el nombramiento de generali Íino del ejército . E . te artificio o camp on r evolucionario admitió el título mas no el jercicio del mando, i e embarcó en la misma noche del Callao para Chile dejando una locuente proclama llena de nobleza i filantropía, con la que e peraba paralizar lo efectos que habia principiado á producir en el pú– blico u d me urada am.bicion. Apenas se hubo retirado San Martin fu - (1) Se creyó en aquella po a, i al par cer no in fundamento, que los realistas abian armado e ta a echanza al fantastico protector del Perú para le antar el dificio monárquico obre la ruina i de crédito de tan formidable enemigo. e atribuyó asimi mo á la ingenio a tra e ura de uno de los gefes mas ilustres de aquel jército la in ncion de tr que dejaron empapados de u acrimonia to lo par jes por dond ir ularon. Como toda ellas re pira- ban el mi mo guiaba la ac iones i miras de San Martín, no fu dificil onmo r la animo idad i ncono de los peruano . En llas hablaba onfident ajo la ma fingida re erva sobre lo m dio ro cribi ndo las forma representativa , i en al- zand la monárquic como la umca que podían con nir á aquellos pue lo , hocand con la r Jigion i con u mini tros, d primi ndo las familias di tingui– das i acomodada , s itando elo i d onfianza entr la tropas de hile i d 1 lo flan o ma sen ibl d todo . Si fu que 1 pueda igualar otro n la astucia d 1 i n Ja felicid d d u ef t .

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