Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 239 al virei para regresar á la península mucho antes que se tratase de Ja citada espedícion. Parece que este bizarro general, del mismo modo que Olañcta i varios de los gefes que mandaban en el Perú antes de Ja llegada de Laserna Canterac, V aldés i demas guerreros que habían peleado en Europa contra las huestes imperiales, jamas se reconciliaron de buena fé con ellos ni depusieron su resentimiento contra la arrogancia con que se habian pre– sentado en aquellos dominios, lastimando mas de una vez el amor propio de unos militares, que si bien eran inferiores en conocimientos científicos de la táctica moderna, no asi en valor, en decision, i en la práctica de aquella clase de guerra: se creyó por lo tanto que estas no bien curadas llagas habían influido en la determinacion tomada por dicho Ramirez tanto como la estenuacion de su salud. Sea como quiera el virei Laserna accedió á sus deseos, á cuya consecuencia salió para E paña dejando el mando al brigadier La Hera en el acto de embarcarse . V aldés que babia sido nombrado comandante propietario de las tropas que ocupaban aquella provincia, desplegó toda la energía que es propia de su carácter para pre– pararse á recibir á los orgullosos espedicionarios. Dando cumplimiento al mismo tiempo el general Canterac á las órdenes que le hahia dirigido el viriei de reforzar con algunas de sus tro– pas la division de Arequipa i teniendo por conveniente poner e él mi mo á la cabeza de ellas, á pesar del mal estado de su salud de re ultas de una terrible enfermedad, por la que los insurjentes habían hecho regoci– jos públicos espresivos del terror que les infundia este bizarro gefe, salió de Huancayo á principios de noviembre con dos batallone i cuatro e - cuadrones, dejando el resto de las tropas en sus cantones de Jauja al mando del general Loriga. Las primeras providencias adoptadas por V aldés luego que hubo regresado á Arequipa fueron las de destacar partida por toda la costa de de !quique hasta Camaná para que hicie en int mar hasta 30 leguas todos lo ganados acémilas i demas recursos que pudie– ran ser de alguna utilidad al enemigo. Brmó a imi mo u infatigable celo en organizar con increíble presteza su corta di ision que no pa aba de 1.000 infante i 4 O caballo di ponihl cuya armas, ve tuario pertre– cho i cuanto pudiera darle una activa movilidad fu ron pu to n el e~tado mas sobresali nte. Cuando ya hubo compl tado u preparnti o guerreros, i que tuvo noti ia a ta de la dir cion i punto de de em– barco de los pedicionarios, situó en Torata al batallon de G rona n Omate al del entro, i en el alto de la villa de Moquehua toda la aba– llería, escepto 1 tercer escuadron de dragon de la nion que ocupaba el valle de ama i st ndia us observa iones hasta Arica. Parte de la spedi ion enemiga babia de embar ado n l día 27 d novi mbr , i el r sto Il gó uc ivament á p i n pu rto d un on cuadro de 450 homhr s que lo verificó en !quique i pa ó á Tarapa á el objeto de compl tars , proporcionar r cur os, i de acechar los m i-

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