Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

240 MARIANO TORRENTE mientos de Olañeta en el Alto Perú. Es de notar el arrojo del oficial realista americano Pinto, quien saliendo en comision con solos tres solda– dos bien montados para hacer un reconocimiento sobre dicho punto de Arica, se introdujo en medio de Ja pohlacion escitando la mas terrible alarma, i despue de haber logrado completamente el objeto propue to se retiró á su campo con cinco prisioneros. El 9 de diciembre avanzaron la Legion peruana, el regimiento del Rio de la Plata i los granadero á caballo á tres leguas de Arica; i sin hacer ulteriores movimientos e mantuvieron en aquellas posiciones por el espacio de tres semanas, cre– ciendo el aliento de la division de Valdés cor4 tal inaccion i aun ma con los avisos de la aproximacion de Canterac. Varios gefes i entre ellos el aventurero Miller instaron á Alvarado para que atacase á la referida <livision de Valdés antes que pudiera ser reforzada por la de Canterac pero la falta de acémilas, la demasíada circunspeccion del caudillo insur– jente, i la creencia de que Valdés tuviera fuerzas mui superiores dieron á sus operaciones un carácter de lentitud é irresolucion que aseguró el triunfo de los realistas. Se resolvió por fin Alvarado á mover su ejército sobre Tacna á cuyo punto llegaron el 29 el regimiento del Rio de la Plata i el de gra– naderos á caballo á las órdenes del coronel Correa. Deseoso Valdés de abrir aquella campaña con algun brillante golpe de mano que aumen– tase el catálogo de sus ilustres hechos, salió desde Sama en la tarde <leJ 31 con una division volante de 400 soldados de caballería, 400 de infan~ tería montados en mulas, i dos piezas de campaña á sorprender en aque– lla noche á los independientes situados en el referido punto de 'faena. .\unque sus fuerzas eran mui inferiores á las de los enemigos que iba éÍ provocar, tenia en ellas sin embargo la m&yor confianza, i no dudaba de que el ardor i entusiasmo que habia sabido comunicarles le sacarían airoso de aquel comprometido lance. Se frustró sin embargo e ta atre ida operacion como se verá en el capítulo destinado á la historia del año siguiente, quedando en el entretanto suspensa la relacion de uno uce- os que fueron tan gloriosos á las armas españolas.

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