Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú
HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 243 Valdés, quien ti·asladó en aquella misma noche su campo á corta distancia <le Yacango, en cuyo punto dejó al dia inmediato su infantería i pa ó á cubrir el camino de Puno situando la caballería i artillería entre los altos de V aldivia i Sabaya. Al amanecer del dia 19 movieron los enemigos todas sus tropas; i á las nueve se rompió un fuego vivísimo po1· ambas partes. Se presentaba ]a suerte risueña á los realistas en aquel dia i en el acto se habría deci– dido la batalla si alarmantes voces i avisos de que los altos de retaguardia habian sido ocupados por los independientes no hubieran obligado al ge– neral V aldés á emprender su repliegue; pero descubierta su fal edad fue defendido el terreno con tan estraordinario empeño que mui poco había progresado el enemigo hasta las tres de la tarde en que se presentó en el campo de batalla el general en gefe don José Canterac, quien sin mas acompañamiento que el de dos ayudantes se habia adelantado á la di i- ion que conducia, i cuya sola presencia indicante la proximidad de us compañeros de armas, subió al último grado el entusiasmo i ardor de los soldados- de V aldés. El batallon del Centro ocupaba en aquel momento la izquierda; seguía parte del de Gerona , con 50 cazadores montado , i en la derecha tres compañías del mismo Gerona; el resto de la caballería estaba á r eta– guardia. La Legion peruana formaba la derecha del ejército enemigo de– lante del pueblo de Torata; su centro situado en una altura acce ible por el frente, aunque defendida en su flancos por barranco de paso mui dificil, estaba ocupado por los dos batallones del Rio de la Plata· la izqui rda la formaba el número 4<? o tenido por el 11<? · á r taguardia 1 5<? i el 8<?, i sobre la der cha n última línea la caballería. El en migo hizo un nuevo esfuerzo ubiendo los batallone 4? i 11 <? á la altura de la d r cha contraria que se mandó reforzar suc si amente por tr compania de Gerona. R olvieron ntonces los gen ral ante1·ac i aldés ata ar por todo su frente; los escuadron s de azadore montado fu ron diri ido contra la Legion peruana; Valdés con parte de G rona arroj ' denoda- amente sobre el Río d la Plata· m 11 r on 1 r to d u r gimiento salió á f rzar la nueva po icion d los batallone de la Guardia lo qu Y .ri– ficó con la mayo· d cision i al ntia, habiendo p rdido tres aballos en aqu - lla r efriega . El ron 1 don Baldom ro part ro on l batallon d 1 tl'o, arg' á la hay neta á la mima gíon p ruana: el ataqu d t digno g f fue tan decidi o é impetu o qu pu n fuga al r f rido u rpo i aunqu bwtaba cop· sament la ang1· p x d h rida qu n 'l babia r ibi o ·o tinuó á la cab za d su r gimi nto h ta la t rmina ion d la b talla n cuyo f liz ' · t tu o una part mui a tiva. u igualm nte sangriento el choque de ald ...s con la en miga u qu dar n d trozadas p r u arr gante solda dos por u alor i ntu ia mo in qu ma h rida q r ibi ' n olumna~ infla 1 fu t
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