Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú
260 MARIANO TORRENTE ~ion i valentía desplegadas en esta ilustre jornada, habrian sido suíicien· tes para darle opinion militar, si ya su anterior carrera llena de luci· miento no le hubiera grangeado el afecto de sus gefes i el respeto de sus subalternos. Entró el virei en 10 de octubre con toda la caballería en Arequipa enmedio de los vivas i aclamaciones con que aquellos habitantes espre– saron el amor al Monarca español, cuyo retrato habia aparecido ya en uno de los balcones de la plaza, i las campanas se estaban repicando en el mismo momento en que Ferraz batia en ella la caballería de Sucre el dia 8. La infantería de Canterac pasó por Arequipa el día 12 siguiendo su marcha hasta Huchumayo, á donde se dirigió tambien su caballería asi como batallones i un escuadron de las tropas que había traído el virei. Llegó este ejército el 14 á Siguas, en cuyo punto se separaron am– bos cuerpos para llenar dos distintos objetos: el general Canterac marchó el 15 en direccion de Mages para caer sobre Huamanga · el general Valdés retrocedió á Vitor para observar la divi ion de Sucre que poco tiempo despues marcó su movimiento al . de de Camaná. En el mismo dia 12 en que salían las tropas de Arequipa en direccion del N ., lo ejecutó ácia el Sur un batallon i un escuadron á las órdenes del general Carratalá para situarse en Moquehua i forzar el reembarco de las reliquias de Santa Cruz en Ilo, i de las que se hallaban en Arica con Portocarrero. Aquel pudo llevarse á efecto; mas no este, porque instruido Portocarrero de la poca fuerza con que se había adelantado, i seguro de salvarse en sus buques á su misma vista por tener el puerto de Arica atrincherado i protejido por los fuegos de la fragata Prueba ocupó el valle de Asapa i paralizó el movimiento de los realistas. Al mismo tiempo que las tropas de Valdés acababan de espeler de las costas del Sur á los espedicionarios de Santa Cruz i Sucre se <.:uhria de gloria el brigadier Olañeta en Íos campos de Cochabamba. Habiendo recorrido victoriosamente los Yungas i valles de Sicasica llegó el 15 al punto de Alzuri en donde con solos 800 hombres destruyó completamente una columna de 1600, acaudillada por Lanza, Velasco i Blanco, tomán– doles 500 prisioneros inclusos 31 oficiales, i apoderándo e del campo cubierto de cadáveres, del que se recogieron asimismo 600 fu iles, 600 correages, 30 lanzas i toda la artillería i pertrechos, sin ma pérdida por su parte que la de 20 muertos i 25 herido . Lanza pudo fugarse poi· los altos de Colomi, Blanco por Viluma, i Velasco por Sacaba: é tos i los pocos soldados que pudieron sustraerse á los mortíferos golpes de aquella refriega lo debieron al cansancio de los caballos de los realista que les impidió salir en su persecucion. Terminada felizmente esta dificil i desigual campaña que elevando el honor de los españoles al mayor punto de esplendor i grandeza podrá
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