Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú
264 MARIANO TORRENTE guirse á varios gefes realistas que dieron nuevas pruebas de u igilancia i decision. Fue uno de ellos el teniente coronel don Cayetano A alle, quien derrotó en el dia l '! de diciembre en las inmediaciones de Cahuachi á los caudillos Castañeda i Abarca, matándoles 13 hombres haciéndoles 16 pri ioneros, entre ellos al mismo Abarca, i apoderándose de arias armas de chispa i corte, monturas i caballos. Otro fue el teniente coronel don Fran– cisco Narvaez, quien batió asímismo al amanecer del dia 13 en el vado Llel Trapiche á la gavilla del Negro Pola, poniéndola en completa disper- ion. No fue menos honroso el empeño con que el comandante del bata– llan de Guías del genernl don Joaquín Bolivar re istió al anochecer del mismo dia 13 en la hacienda de Huanca á un furioso ataque de mas de 500 insurjentes de infantería i 130 de caballería. á pesar de que la fuerza realista era muí inferior numéricamente, pues que se componía tan solo de tres compañías del citado cuerpo i de 30 húsares de Fernando VIL El brigadier don José Ramon Rodil, que había sido destacado por el general en gefe sobre la costa de lea, batió completamente el 18 de di– ciembre á los caudillos Pardo Cela, Huavique i otros cau ándoles bas– tante pérdida de muertos i prisionero , en cuyo favorable resultado tu o una parte activa el comandante de caballería don Manuel de la Canal. El general Monet, acompañado por el coronel Tur salió al encuentro de algunos partidario que se habían adelantado sobre Llockllapampa con objeto de robar los ganados de la pro ision del ejército i lo puso en fuga dejando castigada su osadía. Empero á pesar de tan ilusti·es victoria debida esclusi amente al genio guerrero de los comandantes e pañoles i á los heróico esíuezo de su bizarras tropas, i sin embargo de haber sabido rectificar con u pres– tigio la opinion estra iada de aquellos pueblo no dejaban de llenar e de aprehension al tender la vista sobre el aislamiento en que estaban consti– tuidos sin ninguna clase de comunicacion con la penín ula i entregado á los solos recur os de su valor é ingenio. Tenían por otra parte en el mi mo territorio un formidable ene– migo cual era Bolívar, armado con todos lo rayos del poder de Colombia i con la mágica fuerza de su nombre: su república e taba re uelta á va– ciar todos los medios de la fuerza i de la intriga en obsequio de la inde– pendencia peruana: igual era la decision de lo demas estado de la América española, emancipados ya de hecho de la mache patria i que no podían contar con la seguridad de sus triunfos re olucionario en tanto que mantu iesen las armas en la mano la entu ia mada tropa del ir i Laserna. Se hahia visto por esperiencia que los pueblos de e te ireinato a– riaban facilmente de opinion siguiendo siempre el partido i torio o. Como
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