Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú
HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 265 la guerra tiene tantas icisitudes, i que el mas afortunado i espe1·to ge– neral no siempre puede contar con los dones de la fortuna, era de remer que si las armas realistas sufrian algun contraste se perdiese con igual rapidez la gran preponderancia que habian adquirido á fuerza de su<lore~ i de costosos sacrificios· i se hacia preciso por lo tanto obrar con mucho pulso i circunspeccion para no presentar flanco alguno que malogra e unos ervicios tan distinguidos. El génio de la discordia sin embargo encendió en el año siguiente sus abrasadoras teas, á las que no pudo menos de ~ ucumbir la lealtad i la constancia. Es mui sensible confesar que las desavenencias entre lo mi mo p-efes realistas fueron la causa de su destruccion. Difícilmente e com– binan las ublimes virtudes con la moderacion i templanza: la amhi– cion de gloria, qu~ ha sido característica á los españoles en todo los tiempos i edades, ha tenido la ma veces por falsas compañera la negra envidia i el ignoble resentimiento: estos defectos, demasiado comune en nue tros guerreros, han producido daños incalculables á los intere e~ del Soberano, i han puesto varias veces su autoridad, especialmente en Amé– rica á la orilla del precipicio. Infinitos ejemplos nos ofrece la hi toria de esta amarga verdad desde los primeros tiempos de la conqui ta· no e pues, e traño que los hayamos visto repetidos en lo tiempo moderno i bien parece que debiéramos haber aprendido con tan co to o desen– ~años á deponer esos fogosos impulsos que lejo de conducir al templo de Ja fama, rebajan lo méritos contraídos para lograr un dia u entrada n él. Qui íéramos por lo tanto borrar la ent ncia pronunciada púr un &ntiguo guerrero, muí conocedor de las virtudes i defecto de nue t1·a nacion, " de que los españoles on demasiado fieros para estar mucho tiempo unidos." Ganarían mucho la monarquía i los pueblos si pudi ran con iliar e ambos stremos: quedaría entonce ele ado nue tro aráct r al ma or punto de gloria, i nada tendríamos que nvidiar á la d ma l globo. Somos por lo tanto mui contrario á lo principio adoptad por el 1 gislador de Lac demonia , qui n gun n die lutar o n la ida de Agesilao, sembró en 1 g bi rn la ambicion i lo celo orno milla de virtud. Tal vez stas teorías serian útil n aqu llo ti mp p r n Jos pres nt s s n i mpr milla d d sórd n d ruina a-ra 1 mi - mos gobiernos. apitu1 dar m una id a d la i - n s abierlas por l g bi rno n titu i nal n los r olu América, prin ipiand por su prim ra pra ti ada n la a- pital d Bu nos ir s. Paree rá cstraño qu s habl n st lugar d di ntes á las pr vin ·ias d 1 Rio d la Plata; p rn no lo s onsºd ra qu aq 11 intimara nt nlazad on P rú. a historia d · otra arl fr Ln e inl r '
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