Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

268 MARIANO TORRENTE respectiva~ pretensiones. Espartero manejó su comision con todo el pulso i acierto que la misma requeria, i adquirió por lo tanto nuevos grados al aprecio i consideracion de la suprema autoridad que se la babia con– fiado. La Heras se empeñó, pero infructuosamente, en presenta1· e á conferencia1· en el Cuzco con el mismo virei , i hubo de regresar por lo tanto á Buenos-Aires á aumentar con tal malogro el desaire de lo en– viado constitucionale , reducidos al mayor abatimiento i miseria, no olo por la nulidad de sus poderes, sino por falta de las medios mas precioso para su sub is tencia como resultado de la protesta de letras libradas SO· hre el banquero de Londres. Asi, pues terminaron aquellas necias negociaciones, in entadas por la mala fé dirigidas por la ceguedad de los partidos i sancionadas por la stúpida credulidad i torpe compromiso . Tal debe ser siempre el éxito de toda operacion que no esté fundada en razon i justicia en ley fundamentale de los estados i en la opinion de los pueblos . Las bayo– neta podrán hacer que enmudezca por un momento el derecho i la le– ~itimidad · pero el mismo silencio, producido por la sorpresa, es el signo mas po itivo de la fuerza con que se prepara el huracan político á destruir las obras que no tienen sólidos cimientos.