Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

294 MARIANO TORRENTE Villalobos tenia una fuerza próximamente igual aunque se componia de inco batallone , que lo eran el primero i segundo de Gerona el prime– ro del primer Regimiento, el segundo del Imperial i el batallon de Fernando VIL Los granadero de la Guardfa, los húsares de Fernando VII lo dragones de la Union i de Lima, el escuadron de San Cárlos i la com– pañía de la Guaxdia del virei formaban la division de caballería que a · cendia á 1400 ó 1500 caballos. Los cuerpos de infantería estaban mu.i bajo i ascenderian á lo sumo á 9500 hombres . El brigadier Cacho fue puesto á la cabeza de la artillería que se componía de 16 pieza . El ge– neral Canterac fue nombrado gefe del estado mayor i segundo del ire1 . El general Carratalá fue empleado como primer ayudante general. Este era pues, el e tado del ejército español reunido para abrir la cam aña. Desde el Cuzco á Huamanga, que era el teatro probable de las op - r9cione , hai 85 leguas en la di1·eccion mas corta de Lima: el terreno e de los mas escabrosos i difíciles del Perú; los ca:nllnos aun el de posta que se llama real, no son mas que unas veredas tan ásperas i penosas, que es necesario echar pie á tierra en muchos parages á pesar de ser mui prácticas las bestias empleadas en este objeto. El pais se ve atravesado por una multitud de torrentes i por tres rios considerables que corren paralelamente de Este á Oeste por barrancas sumamentes profundas, i on el Apurimac, el Abancai i el Pampas. La poblacion se compone en su totalidad de indios, escepto las villas de Abancai i de Andahuailas en las que se encuentran muchos criollos. Lo pocos recursos que ofrece esta faja de terreno estaban apurado por la reciente retirada del ejército del general Canterac i por la actual ocupacion del de Bolívar. En medio de estas dificultades, á las que tenían que subordinarse las mira i las maniobras del virei hubo de emprender la campaña con el doble objeto de conduch al enemigo por la fuerza de los mo imientos á un teneno en el que tuviera mayor facilidad para derrotarlo en una batalla, ó para deshacerlo como en la campaña anterior ' finalmente para obligarle á abandonar el pais. Resuelto, pue á mar– char sobre su flanco derecho, pa ó el ya citado rio de Apurimac r a d u nacimiento mediante un rodeo de 12 á 14 leguas. Al favor de este movimiento se hallaron las tropas del Rei el 29 de octubre en J aquira, dueñas del único camino tras r al que condu in á Huamanga . La línea de operaciones de Sucre se vió amenazada d sd ste momento; i el irei se halló en disposicion de poderlo doblar, om lo efectuó proporcionándose al mismo tiempo algunas sub i tencia d qu habría car cido si hubiera tomado el camino real ocupado por aqu 1 au– dillo. Como st era el secreto de la campaña i el principio fundamental que iba á dirigirla, habian de resultar por necesidad sitl.lacione mlll rañas i complicadas pa1·a ambos ejércitos.

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