Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

296 MARIANO TORRENTE Norte, de distraer las fuerzas que bloqueaban el Callao, i de alentar al partido realista. Procediendo desde entonces con mayor confianza en sus movimientos, reunió su ejército el 18 en los altos de Matará, i retro– cedió sobre el Pampas ya por el camino real de Lima. Era su plan volver á cruzar este rio, ocupar los altos de Unipa, i obligar á Sucre á batirse en aquel punto que ofrecia á los españoles las mayores ventajas: empezóse á dar la debida ejecucion posesionándose los ca– zadores de la vanguardia de las alturas de Bombon en la tarde del 19; pero como advirtiesen que todo el ejército enemigo estaba ya situado en Unipa, se frustró el objeto de su movimiento, i la vanguardia hubo de volver á la orilla izquierda del rio, en la que se hallaba todavía dos leguas á reta– guardia el ejército español. Una escaramuza poco considerable con los cuerpos de Sucre fue el único resultado de esta maniobra que babia te– nido por objeto empeñar una accion general i decisiva. Habiendo campado el ejército realista el 21 en las inmediaciones de Concepcion, i conociendo las dificultades de venir á las manos con sus contrarios á causa de los insuperables obstáculos que presentaba el terre– no por las dos orillas del Pampas concibió el virei el proyecto de hacer que Sucre emprendiese el paso de este rio, aparentando su intencion de abandonar aquel punto, i de hacer un movimiento retrógrado sobre el Cuzco para restablecer su base natural de operaciones. Pendia el feliz re– sultado de este sábio i acertado plan del modo de ejecutarlo, i de la astucia en saber deslumbrar al gefe insurjente. Para conseguir este objeto se dispuso que el ejército se retirase de la vista de los enemigos, i que la vanguardia pasase á la orilla derecha usando de todos los ardides para figurar que este movimiento babia sido ejecutado por toda la fuerza de dicho virei. Fue en esta ocasion en la que el general de la vanguardia dió ma– yores pruebas de actividad é inteligencia: cuatro marchas rápidas empren– didas con la idea de mantener la ilusion que tanto convenía· la completa destruccion de las partidas disidentes que ocupaban á Talaverilla al man– do de los coroneles Carreño i Plasencia; la subdivision de sus fuerzas i el acierto de sus maniobras persuadieron con efecto al general Suere de que allí se hallaba todo el ejército español; cuya idea llegó á ofuscarle de tal modo, que aun en el parte de la batalla de Ayacucho segúia re– pitiendo éste su error. Engañado, pues, Sucre completamente por el general Valdés i cre– yendo seguro i espedíto el paso del rio, se arrojó á pasarlo en la noche del 30: al llegar la vanguardia española á la mañana siguiente á la vista de Bombon, no encontró mas que una partida de 5O caballos enemigo la que se puso al instante en precipitada fuga. El virei, que para o ultar su permanencia en aquel frente, i para que Sucre se atreviese á cruzar dicho rio, se habia alejado cinco leguas de él, no pudo ser instruido opor-

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