Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 303 logrado formar en columna felizmente al otro lado de dicho barranco i el resto de la division continuaba pasándolo cuando Córdova sin dejarle tiempo para desplegarse i habiéndole ya arrollado su batallon de cazadores lo envolvió con toda su fuerza. Un choque tan desigual no podia dejar de producir el resultado que efectivamente produjo: al cruzar estos cuerpos sus bayonetas con lo bata– llones enemigos tuvieron tres gefes muertos, herido su general i una pér– dida proporcionada á esta clase de horribles i sangrientos choques; fue preciso ceder finalmente el terreno cubierto de muertos i heridos de am– bas partes. Los dos batallones, que no habian entrado en línea , retroce– dieron rápidamente al borde opuesto del barranco; pero alcanzados por lo fugitivos, i desarreglada su formacion de la manera que ucede siempre en semejantes ocasiones, no pudieron desplegar con enientemente ni ha– cer la defensa que debia esperarse de la buena posicion que ocupaban. Así pues, esta division, que era la mas importante por u número í por .el punto que ocupaba en la línea de batalla, fue completamente batida i dispersada sin que bastasen á reunirla las ventajas que le ofrecía el te– rreno de la espalda, ni la actividad i energia empleada por el general Monet, aunque herido, i por los demas gefe . En este crítico momento estaba descendiendo la caballería desd~ la altura; el e cuadron de San Cárlos i la compañía de flanqueadore de la Guardia que sostenian las guerrillas, habían sido batidos· i conocida la necesidad de contener por aquella parte la caballería enemiga para que no acabase de doblar la izquierda de la divi ion Monet, recibió órd n Ferraz de cargar á toda costa á los ocho escuadrones de lo independientes qu tenia á su frente con dos de dragone d la Union i d de granadero de la Guardia, únicos que habian formado ha ta enton e en 1 llano. El comhaie fue vivo í angriento; el primer e cuadron de la Guardia á cuya cabeza se hallaba el teni nte coronel del mismo don Domingo idarL acreditó en esta ocasion u bien conocida bizarría· pero verifi ado el cho– que contra fuerzas tan desiguales i bajo el tiro de la infant ría d órdo a que causó mucho dañ á dicho e cuadron e vieron t do llo pr i a– do á retirar e precipitadamente dejan o 1 primero en partí ulru.· tendi- da la mayor parle d u fu rza n aqu l campo d muert l mimo tiempo perdía la di ision Mon t u po í ion i e hizo por tan to n - ral la d rrota por toda la izqui rda i entro del ejér ito. El g n ral ant ra qu por órd n d 1 ir i babia id pu to á la cab za d la r serva, e arr jó n lla á la llanura on 1 obj to d r tabl cer el órd n n las filas i d favor r la r union d lo di p r os, hallaban al mi mo ti mpo gen rales 1 ir i n p r p r de no ran a lo habían n habían an-

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