Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú
HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU jll rapidez cundió por el pueblo la agitacion i el desorden. Cuando se trató de retirarse á Lampa con todo el parque, efectos públicos i equípages creció la inquietud de los habitantes i el desaliento general aumentado por las noticias de la sublevacion de los pueblo- inmediato en cuya manos se temía que habian de caer aquellos convoye . Poco eran lo soldados que inspirasen la debida confianza, i estos poco era preci o qu rncumhiescn al pronunciamiento general á favor de los rebeldes. Se hallaba en el pueblo de Sicuani el depósito de los granaderos d la Guardia , compuesto en su mayor parte de reclutas; i aunque el coman– dante Martin salió por encargo del general Alvarez á formar en dicho partido un escuadron á fin de volver á reforzar su guarnicion lejo d realizarse este proyecto tuvo el desconsuelo, del mismo modo que el co– mandante Sanchez, de ver dispersada toda su gente que habia perdido ya su respeto á los españoles. Sublevada á su consecuencia la capital del partido de Tinta, se propagó este mal por todos los inmediatos. No se descuidó Alvarez en dar las disposiciones nece aria para que la guarnicion del Callao estuviera oportunamente informada de lo heróicos esfuerzos á que era preciso apelar para sostener la autoridad real tan inesperadamente atropellada. Se adoptaron otras mucha i efi ace pro– videncias relativas á sacar el mejor partido de la crítica posicion de lo negocios; mas todo era en vano: faltaba la opinion en lo~ pueblo · faltaba n elementos de defensa; faltaba asimismo la activa cooperacion entre lo di ver os gefes; i sobraba la desconfianza de resistir al victorioso enemigo prevaleciendo la creencia general de que iban á ser infructuo o i aun re– prensibles cuantos sacrificios se hicieran para contrariar la predominan te causa de la independencia. Las fuerzas con que se podia contar en estas provincias cuando ocu– rrió la batalla de Ayacucho eran las siguientes: un piquete de artillero– ¡ dos compañías d inválido : un escuadron del Rei ó de Co habamba incompleto en su número armamento i ve tuario pro i to d malo a– ballos, i de espíritu poco favorable á la causa del Rei: un piqu te de dra– gones reforzado con lo enfermos del ejército í con algunos reclutas qu formaban un total d 130 hombres, ubdivididos en ario punto : l batallon d Huamanga, que i bien constaba el d .ia 20 de clici mhre de 1016 plazas scasamente había entre llos de 6 á 700 hombre útil para el servicio con poco mas d 400 fu il n tad hábil: 1 hatallon qu mandaba Miranda, compu to d p qu ño uadro d 1 j 'r ito, n su mayor parte de r luta , d mod qu d 700 hombr qu formaría t da su fu rza aCia ste ti mpo podía n 200 in– di iduos útil s · de confianza. No ran sto los 1 m nlo de la adversa fortuna: tod s prestar important s s r ic' o sto u rpo si las arma aadtnr l ur d ta am nto hahrian p d.id pañola hubi ran ontinuad
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