Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú
28 MARIANO TORRENTE ducta anterior, con la seguridad de continuar en el mando de la misma, a la que regresó á tiempo que Rivero la estaba evacuando á causa de las no~ licias de haber salido ya del Desaguadero con direccion á ella la primera division del ejército de Goyeneche. ara destruir este general el injurioso concepto que se babia for– mado de él á instigacion de los malvados, que veian en aquel ilustre ma– gístrado un dique impenetrable á sus locas pretensiones, publicó un ma– nifiesto lleno de las ideas mas sublimes i generosas, que por la importan– cia de sus fines i brillantez de sus conceptos, nos ha parecido oportuno in– sertar en este lugar. "Soi americano, de alma sensible, apasionado con ter- 'nura á mis paisanos, tan benigno despues de haber vencido como terrible ' al acometer á mis enemigos. He llorado sin consuelo los peligros de la pa– ' tria i la suerte funesta de sus pueblos esclavizados por ei engaño i por la ''fuerza. En la mano derecha llevo empuñada la espada vengadora de la ''justicia para esterminar á los protervos, i en la izquierda enarbolo el ra– ''mo pacífico del olivo para perdonar á los desgraciados, á los débiles, i á "los alucinados por falaces opiniones." A pesar de los execrables manejos de los revolucionarios para con– servar el horrible fuego de la sedicion en las provincias del Alto Perú, iban estas cediendo á la impotencia de sus esfuerzos, i aun mas al desengaño fa– tal, de que no era posible hallar la felicidad por la via del crimen. La Paz habia sido la primera en enviar diputados para solicitar la clemencia del vencedor, quien concediendo á aquellos indómitos habitan– tes mayores gracias de las que podían esperar, hizo su entrada en ella con 1500 granaderos en 8 de julio; i despues de haber arreglado la adm.inistra– cion pública, le dejó una competente guarnicion i continuó su marcha so– bre Oruro i Cochabamba. En medio de las victorias que ganaba el general Goyeneche con su espada, con su pluma i con su espresiva elocuencia i sagaz política, supo el movimiento revolucionario que babia estallado en Arequipa su patria por seduccion de varios agentes, que habian introducido en aquella ciu– dad los rebeldes de Buenos-Aires; pero su corazon no pudo estar angustia– do mucho tiempo por tan inesperada noticia, pues que apenas llegó el con– de de Casa Real é informó á los habitantes de aquella ciudad de los inmar– cesibles laureles con que babia ceñido su frente en Huaqui uno de sus mas ilustres hijos, el aparente i venal entusiasmo por la junta i libertad. fue convertido en cordiales vivas al Monarca español i al dicho general Goye– neche. No bien babia trascurrido un mes desde la derrota de Huaqui, cuan– do algunos de los mismos caudillos pudieron reunir pa1·te de las reliquias de su ejército; i sublevando la Indiada, procedieron ' sitiar la espresada ciudad de La Paz en el mes de agosto. El versátil don Domingo Tristan, que en esta ocasion obraba con sinceridad en favor de la causa del Rei, se
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