Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

IDSTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 33 hombres que babia sacado de Chuquisaca, apenas supo la batalla de Sipe– sipe. Era su ánimo apoderarse de todos los fon.dos de aquellas cajas antes de abandonar el pueblo á las tropas realistas, de cuya aproximacion no se dudaba. Para que no se estrañase aquella dilapidacion, hizo circular no– ticias fraguadas á su antojo, pintando el estado de las armas de los rebel– des bajo un aspecto que daba las mayores garantias de que mui pronto vol– verian á tomar la ofensiva, i á posesionarse de las posiciones que habian de– bido abandonar momentáneamente. Luego que hubo reunido un número considerable de acémilas, cargó en ellas toda la plata i oro e pudo, i que ascendió á 600 .000 pesos, deJando todavía 300 .000 por falta de medios de tTasporte; i dando á entender al pueblo, que otros fondos se invertirºan en le– vantar nuevas tropas con las que volverla mui pronto á reconquistar aque– llas provincias, emprendió precipitadamente su mar ha deiando á los oo– tosinos en Ja mayor indecision i abatimiento. El coma da te mula o No– gales, natural de Ja misma villa, que guarnecía el pu to de Y ocalla, di - tante once le.guas llegó al dºa i,guien 26 de agosto á da parte á sus nai– sanos de la derrota que habian sufrido las aTm.as de la patria en Sipesipe. Agitado el populacho con esta noticia. se puso en marcha contra Pueirre– don, quien se hallaba ya fuera del alcance de sus tiros á favor de la dili– gencia i actividad que empleó en su retirada. Viéndo e los poto~nos tan mi erablemente burlados por los buenos– rnreno enviaron diputados al gene al en aefe realista sometiéndose cor– dial i sinceramente á su autoridad. Dicho <!efe hºz su entrada en aquella villa á mediados de setiembre derramando sobre sus habºtantes los mas !?e– nerosos dones de dulzura i bondad. Y a á este tiempo habian franaueado to– dos los gefes de Buenos-Aires la línea que divide el Alto Pe " de aouel vi– reinato~ i con igual felicidad h h· salvado lo d po • i ran•ña rle lo pue– blos, á los que habian venido á d fender. Tal vez habria ido mui diferente B'tl suerte si un vecino de Chicha , á ouien e i · · ó I ge eral Goveneche desvues de la batalla de Huaoui dlindoles parte de miella ilus e iornada, i de las medida que convendria ado tar para compl tar su triunfo. o hu– bi ra comprom tido on u imurudente, aunqn leal conducta, la autori– dad del delegado d aITTI l partido, qt. estaba proyectando di tramen– te un alzami nto qn deb ría rev ntar cuando los desprevenido caudillo fuesen á cruzar por aquel punto n u retirada á las provincias d abaio. Dueño ya Goyeneche de aquello paises, situó una de sus divisiones en Tupiza i cnando trataba de reforzarla para que continuase sus mar– chas contra Jujuí i Salta á dond hahian replegado los prófugos con el fin de reunir sus fuerzas disp as. i organizar un nuevo ei "r ito s reci– bió la noti ia de una con piracion formada en los valles de Clip a i Tarata de la provincia de Cochabamba ~ á cuyo punto como el mas pelilrl°o o fu l'reciso dirigir la principal at ncion. Apena babia tra cnrrido do meses desde que Ja inquieta ciudad de Cochabamba habia pronunciado solemnes

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx