Misiones peruanas 1820-1826: misión García del Río-Paroissien
que hace el comercio general de urt mercado de tan vasta extensión, de tanta variedad de climas, tan fértil en todas las materias de in– dustria y de manufacturas, y en donde la sociedad se halla además en aquel estado de adelantamiento que más que ninguna otra cosa lo califica, de ser el primer consumidor de una nación manufactora. No pueden ser indiferentes a esto, convencidos, como justamente lo están, de que aquel nuevo campo se abrirá con especialidad al co– mercio y a la industria inglesa, aumentando a un mismo tiempo el caudal de nuestras materias primas, y el consumo abundante de nuestras manufacturas". Se justificaba, pues, plenamente el nom– bramiento de García del Río y de Paroissien para realizar esas im– portantes y delicadas gestiones, de cuyo resultado dependía en gran parte la solución del problema económico peruano de aquellos años. El estudio, breve y circunstancial, sobr_e los asuntos políticos y económicos durante los años del Protectorado de San Martín era indispensable hacerlo. Puede pensarse que excede el compromiso del presente prólogo que tiene como único fin presentar la docu– mentación de la Misión a Europa de García del Río y Paroissien. Pe– ro es el caso que dicha Misión tiene mucho que ver con los moti– vos que dieron origen a su conformación y a las gestiones lleva– das a cabo por quienes la integraron. En efecto, fueron los pro– pósitos monarquistas, por una parte, y la urgente necesidad de resolver la crisis fiscal, por otra, los hechos que determinaron de modo fundamental el envío de misiones al extranjero. A todo ello, claro está, se unían otras razones como la de gestionar y ob– tener el reconocimiento de la independencia por parte de algunas potencias europeas y otros cometidos concretos como se verá des– pués. De otro lado, al analizar la nutrida correspondencia se reve– larán aspectos que sirven no solamente para conocer la personali– dad, inteligencia y sagacidad de los enviados a Europa sino tam– bién la forma leal y patriótica con que cumplieron sus delicadas funciones, a pesar de las alternativas políticas producidas en el Perú en su ausencia y la poca confianza que se tuvo en ellos después que se alejó San Martín del país. A quienes corresponda analizar la do– cumentación de este volumen, esperamos pues que les sea de uti– lidad la información sobre los aspectos políticos y económicos alu– didos. El Estatuto Provisional en su sección segunda, artículo 5 y 8, dispone que el Protector se encargue de arreglar el comercio ex– terior e interior "conforme a los principios liberales de que esencial– mente depende la prosperidad del país", y nombre a los enviados y XXIII
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