Misiones peruanas 1820-1826: misión García del Río-Paroissien
304 MISION GARCIA DEL RIO - PAROISSIEN que los pueblos están contentos con ella y obedecen al Gobierno. Por lo mismo que éste es naciente, no pensar en hacer mudanzas y alteraciones en cosa tan esencial como la de que V. me habla. Si el Gobierno francés cree conveniente que lleguen a América es– tas indicaciones, aquí hay agentes diplomáticos de aquellos países. y de Colombia lo es el Sr. Hurtado nombrado cerca de este Gobier– no. Ignoro cuales son sus instrucciones; sé que las cosas están generalmente tan adela1)tadas en América que no parece tiempo de volver al principio de donde partir el movimiento ya hecho; el Sr. Hurtado acaba de llegar de Colombia; tiene noticias y conocimien– tos de que yo carezco, y si V. desea hablarle y comunicarle creo que no se negará a ello. Sin hablar más de esto continuó el Embajador haciendo crí– tica de la conducta de los comisionados ingle~es en Nueva España, y habiéndole avisado la llegada de no sé que visita se concluyó la conversación y me despedí. Al retirarme me dijo que más adelan– te tendría gusto en continuar esta conversación. Londres y Julio 9 de 1824 N<:> 172 Londres y Julio 10 de 1824 Hace cuatro días se han recibido por Panamá las infaustas noticias de la sublevación del N<:> 8 en Callao; de la entrega de aque– lla importante plaza al enemigo; y de la retirada de S. E. el Liber– tador a Trujillo. Estas noticias tan desagradables en sí, nos afligen tanto más cuanto que llegan preci~amente en el instante . en que el gabinete británico, y aún el francés, parecían más que nunca inclinados a reconocer la independencia de algunos de los estados americanos. Nos afligen además por la consideración de que, por la época de la pérdida del Callao, debían estar en el Pacífico el navío Asia y el bergantín Aquiles, que zarparon de Cádiz a principios de Enero; y como la marina de ese Estado y la de Chile no están en dispo– sición, según los informes que tenemos, de competir con la fuerza española tenemos perdida que la preponderancia en el mar se vea S. E. muy embarazado en sus operaciones militares. Séanos permitido con este motivo llamar de nuevo la aten– ción de ese gobierno a la importancia, o por mejor decir, a la im– periosa necesidad que hay de mantener aquí una persona autori-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx