Misiones peruanas 1820-1826: misión García del Río-Paroissien

MISION GARCIA DEL RIO - PAROISSIEN 305 zada que, poseyendo la confianza de la administración y con ins– trucciones algo amplias, cual no exige la distancia entre éste y ese país, pueda obrar en beneficio público del modo que las circuns... tandas reclamen. No habrá cosa más fácil que enviar de aquí a ese Gobierno en el día uno o dos navíos de guerra para acabar con la fuerza española, bloquear el Callao, y acelerar la recupera– ción de tan importante plaza; mas por desgracia no existe en esta corte persona bastante autorizada por ese Gobierno para inspirar la confianza necesaria a los que hubiesen de entrar en semejante empresa, ni que se considere justificada en tomar sobre sí tan gra– ve responsabilidad - El Señor Robertson a quien hemos tratado de este asunto, manifiesta que no solo se halla sin instrucciones para ello, sino que ni siquiera ha recibido una comunicación de ese Gobierno desde que partió del Perú, es decir, desde Octubre del año próximo pasado - Nosotros a pesar de nuestra constancia de instruir a V. S. de cuanto ocurre digno de su atención a pesar de la instancia con que desde Junio del año último hemos solicita– do se nos dén órdenes terminantes sobre la conducta que debíamos observar, no hemos merecido al Gobierno una sola línea en con– testación; y por consiguiente nos vemos infinitamente más emba– razados que el Señor Robertson, para emprender cosa alguna, que pudiese imponer obligación al Estado. Esperamos que S. E. nos hará la justicia de creer que al ex– presar reverentemente nuestros sentimientos sobre la actual posi– ción de los negocios, nos mueve la consideración de los males que pt-san sobre ese Estado y que pudieron remediarse, mas bien que ninguna mira personal; pero al mismo tiempo suplicamos de nue.. vo a V. S. se sirva llevar al conocimiento de S. E. que hace un año aguardamos órdenes sobre lo que debemos practicar, y que espera– mos de su justificación tenga a bien poner un término a la ansiedad e incertidumbre en que vivimos, ordenando a V. S. nos trasmita con la brevedad posible las que fueren de su superior agrado. Tenemos el honori de renovar a V. S. los sentimientos de la más alta consideración y respeto con que somos, Sus más obedientes servidores. J. García del Río = Diego Paroissien.

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