Misiones peruanas 1820-1826: misión García del Río-Paroissien

MISION GARCIA DEL RIO · PAROISSIEN 315 laridad de nuestra conducta en medio de la falta de ella que res– petuosamente exponemos a V. S. se ha observado con nosotros. Lo que ha pasado entre el Señor don Juan Parish Robertson y nosotros por lo que hace a la cuenta ya mencionada, el estado en que queda este asunto hasta saber la determinación de ese Su~ premo Gobierno, y nuestra explicación de cada una de las partidas; de dicha cuenta, serán el sujeto de un oficio, que dentro de pocos días tendremos la satisfacción de pasar a V. S. Tenemos la honra de renovar a V. S. los sentimientos de la más alta consideración y respeto con que somos, Sus más obedientes servidores. J. García del Río = Diego Paroissien. N<? 182 Londres y Abril 27 de 1825 Tenemos la honra de acompañar a V. S. en copia nuestra co– rrespondencia con el Señor don Juan Parish Robertson sobre la formalización de la cuenta relativa a los fondos que entraron en nuestro poder durante el tiempo de nuestra Legación. Los oficios de que consta van señalados con las letras A a I; la cuenta general que incluimos en el oficio D lleva la letra J; las particulares a que ésta se refiere tienen los Nos. que se indica en sus lugares respec– tivos. Por esta correspondencia vendrá el Supremo Gobierno en conocimiento de la prontitud con que nos prestamos a rendir nues– tras cuentas al Señor Robertson no obstante haber cesado de exis~ tir la administración que, en las instrucciones que le expidió, le comisionó al efecto; apesar de que si aquella administración ni otra alguna nos había ordenado que lo hiciésemos. Mas se trataba de la presentación de nuestras cuentas; y creimos que era preferi– ble no hacer alto en la falta de formalidad con que se procedía para con nosotros, mas bien que dejar la menor duda acerca de la pu– reza con que hemos tenido la satisfacción de conducirnos. Como el Señor Juan Parhh Robertson ha creido deber pasar al Gobierno nuestra cuenta, no juzgándose autorizado para proce– der a su liquidación, vamos a entrar con V. S. en aquellas expli– caciones que nos parecen necesarias para la cabal inteligencia de la misma cuenta. A nuestra partida de Lima se nos entregaron 8,000 pesos en dinero efectivo para subvenir a los gastos de nuestra traslación

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