Misiones peruanas 1820-1826: misión García del Río-Paroissien

MISION GARCIA DEL RIO · PAROISSIEN 34J Marzo anterior, ratificando el empréstito negociado por nosotros. En vista de esto redoblamos nuestros esfuerzos en unión del con– tratante para tomar medidas que le pusiesen en estado de llevar ade– lante el negocio sin más obstáculos, y de cubrir los libramientos de su agente. Diéronse nuevos pasos con los banqueros, se celebró una Junta de Tenedores del préstamo, y se nombró una comisión que investigase el estado de este asunto, para descubrir modo de terminarlo conciliando los intereses de todos. Mas por desgracia en aquellos mismos días llegaron a Lon~ dres junto con los libramientos que el Señor Proctor giró contra el contratante por valor de más de 200,000 L s.; la noticia de la ocu– pación de Lima por las tropas españolas, y el decreto de 1? de Junio de 1,823, en que ordena el Soberano Congreso se · nombre desde luego un agente extraordinario, que nos suceda en el manejo del empréstito. Esta asociación de ocurrencias la más fatal que en aquellas circunstancias podía haber sobrevenido, malogró nues– tras operaciones. Negándose los banqueros del modo más inescusable a tener a nuestra disposición y a la del contratante los fondos que existían en su poder, se vió imposibilitado éste de apropiarlos al pago de las libranzas de su agente, y privado además de la única garantía con que contaba para obligar a los suscriptores a efectuar sus en– teros. En consecuencia no fueron aceptadas las libranzas. Deseosos de salvar al Gobierno del Perú el descrédito y el perjuicio que de ello podían result~r, oficiamos al Señor Ministro de Chile proponiéndole pagase aquellas libranzas, a condición d ser reembolsado más tarde de su importe; pero se negó ha hacerlo por las razones que participamos en nuestro oficio N? 130. Séanos permitido transcribir en este lugar lo qu en el mis– mo oficio dijimos, para comprobar a V. S. que no se ha originado E-n nosotros el perjuicio sufrido por el Gobierno en la tardía r a– Jización de su empréstito. "Repetidas veces hemos insinuado a V. S. cuantos males ha causado, y cuantos más debía causar, sistema seguido por ese Gobierno para con nosotros de no dirigir– nos comunicaciones oficiales; y la desconfianza que había engendra– do aquí la promulgación del decreto del Congreso de 22 de No– viembre. El silencio de ese Ministerio fatal en todas ocasiones, lo es mucho más en la presente, en que era más esencial manif star, cuanto fuese necesario, que t níamos poderes e instrucciones del Gobierno para adoptar cualquiera nueva resolución en favor suyo". - Ya habíamos solicitado en oficios Nos. 92 y 125 se enviase otro pocl r para negociar nu vo empr 'stito a efecto de renovar la e n-

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