Misiones peruanas 1820-1826: relaciones diplomáticas con Gran Bretaña
CORRESPONDf, TCIA DE JOSE JOAQ IN OL\iEDO 239 motivo de su presencia a España, impidiéndoseles solamente la re– sidencia en Madrid. Los tres principales s~ hallan en diversos pun– tos, y ellos oficiosamente han dirigido a la corte sus planes de re– .conquista, de los cuales el de Valdés, que es el mas vasto, propone una fuerza de 50,000 hombres dividida en tres secciones que ata– quen a un tiempo a Buenos Aires y al Norte y Sur del Perú. Otro plan pasado al Rey por manos de los Infantes, y que leyó el sujeto referido, dando por lograda la subyugación de América, encargaba mucha lenidad en los mandatarios hasta que afianzasen el poder, y que luego era preciso echar abajo la mitad de las cabezas; un pre– lado, un arzobispo autorizaba esta medida de escarmiento y segu– ridad. = Aquel mismo deseaba que por el miserable estado de las rentas de España no estuviésemos tan desprevenidos que nos expu– siéramos a una sorpresa; porque aquéllo para que son insuficientes los récu~·sos ordinarios del erario podían todavía proporcionarlo sin suma dificultad las propuestas de algunos comerciantes: y que a consecuencia de una que fué aceptada se estaban construyendo en la Coruña tres navíos de los cuales dos estaban por echarse al agua en Agosto, habiéndose mandado en el mismo mes a esta capital por las planchas de cobre para forrarlos, y que se pensaban eran des– tinados contra Méjico.= Pero en lo que sobre todo fundan el Rey y los suyos la esperanza de restablecer su dominio es en los distur– bios y revoluciones de los americanos contra sí mismos, a quienes creen incapaces de ponerse en orden, de manera que enflaquecidos y debilitados por sus divisiones intestinas s·ea muy fácil sujetarlos en adelante. Para ello fían mucho de las maniobras de los emisa– rios que han enviado a todos los puntos de América ha sembrar el jescontento y atizar los ánimos. En Méjico que les merece la mayor atención es donde · aguardan que la seducción obre lo me– jores y mas prontos efectos. Dicen que los que han mandado a Colombia, y aún algunos hijos del país, que como las demás sec– ciones no puede menos de abrigar uno que otro incidente se han correspondido con Madrid. Y de los dos destinados al Perú es mu - probable sea uno un Domingo Espinoza casado en Lima, dependien– te que fué de Ferrer, con quien por lo mismo debe ·á tenerse el ma– yor cuidado si llega a aparecer por allá. A la misma clase de ma– nejos tortuoso y obscuros pertenecen las incitath as que se han hecho al Emperador del Brasil contra el Perú, ) la aceptación con que han sido recibidos en Madrid unos enviados del famoso Francia del Paragua). El Emperador por varias razones ha de estar antes en el espíritu de Fernando que en el de los nuevo"' Estado", él ha aumentado sus recur o con el poderío que ejerce en Portugal des-
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