Misiones peruanas 1820-1826: relaciones diplomáticas con Gran Bretaña

CORRESPONDE ' CIA DE JOSE JOAQuIN OL:.\!EDO 251 sejo de Gobierno se ha dignado admitirme la renuncia, y concederme la licencia para el regreso. · Mi reconocimiento a S. E. el Presidente del Consejo por esta gracia y a V. S. por la parte que en ella ha tenido son proporciona– dos a los motivos que me obligaron a solicitarla, a los que después se han agregado, y mucho mas a la prontitud y favorable disposi– ción con que ha sido dispensada. Falta para que pueda hacer uso de ella el que lleguen los auxilios que me dicen el Señor Olmedo desde París, haberle V. S. anunciado y que deseamos vivamente. = Soy de V. S. con la mas atenta y grata consideración muy respetuoso servidor. Lima N9 68 José Gregario Paredes París, Mayo 14 de 1827 L. P. = Al Señor Ministro de Estado. = Señor Ministro.- Des– de Lond1·es en el mes de Agosto tuve e1 honor de dirigir a V. S. un oficio cuyo extracto acompaño y cuyo contenido es mas urgente en las actuales circunstancias. Yo demando una gracia, o mas bien una justicia, que no puede negárseme; y cuya denegación no haría sino justificar mis importunas reclamaciones; persuadido como es– toy de que el Gobierno es demasiado justo para obligar a ningún ciudadano a hacer sacrificios inútiles. "A mi arribo a Inglaterra en las circunstancias extraordinaria– mente críticas, y cuando nuestros fondos y crédito se hallaban en el mayor abatimiento resolví por mi parte (y mi compañero por la suya) no dar paso alguno relativo al empréstito que se nos había encomendado. De este modo creí servir mejor al país, y acomodar– me mas al espíritu del Gobierno. El empréstito entonces habría sido ruinoso al Perú: y como la cosa lej0s de mejorar empeoran cada día puedo asegurar que esa operación no podrá ni deberá rea– lizarse jamás. Queda pues frustrada, y sin objeto la parte principal de mi comisión. = Las cuentas que debimos tomar a los anteriores comisionados Señores García del Río y Paroissien, se han arreglado del modo posible; y en el Gobierno obran nuestra glosas y obser– vaciones, así como de S. E. pende la última resolución de este ne– gocio. = Lo mismo debo decir de las cuentas de Mr. Robert on. Las

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