Misiones y documentación de cancillerías extranjeras

JNICIACION DE LAS RELACIONES DIPL0111ATICAS CON CHILE 327 que de que se realizase el del refuerzo a su ejército, cuando, ha– biendo propuesto los anteriores arbitrios, ni remotamente le ocu· rrió mencionar este, que sin duda alguna no le era desconocido, habiéndole adoptado después, según asienta el Sr . Ministro de guerra, en la concesión de ocho pasavantes. Por ventura una parte de sus productos estará destinada para satisfacer los costos de este refuerzo auxiliar. Ultimamente la inviolabilidad del bloqueo decretado por el Perú es un oficio perfecto nacido de la naturaleza misma de las rosas, importando de consiguiente en mi ministerio, un acto ri– gurosamente obligatorio, el resistir por los medios que se hallen a mi alcance, toda medida que se enderece a frustrar aquella dis– posición. El envió de la tropa en un oficio imperfecto consignado substancialmente en la fidelidad y amor de este gobierno al del Perú, y sostenido además por principios de consecuencia a la ines· timable generosidad y celo con que se le ha visto propender a la salvación de mi patria. Su prestación pende pues de la voluntad del gobierno, y yo no la reclamaría más que hasta cierto punto, desde que la considerara incompatible con derechos a que no me es dado renunciar a nombre de mi gobierno, mientras que, con previo aviso suyo, después de comparados los grados de perjuicio o las desventajas específicas de la salida de la Bristol y de la de– tención de los 500 soldados, no me conste una voluntad contraria. Entretanto, yo no me permitirla recelar, sin agravio de la delicadeza de este supremo gobierno el que, retractando sus cons· tantes liberalidades, pensase suspender el ejercicio de sus favo· res o dispensarlos a tan costoso precio a un gobierno amigo, que el resultado fuera el que, mientras con una mano le suministraba medios para su defensa, prodigaba, con la otra, a los eneinigos, auxilios y recursos con que ella pudiera inutilizarse. Fieles son mis sentimientos sobre el particular: en orden a V.S. son los de mi más al ta consideración y aprecio. Sr. D. Joaquín de Echeverría Ministro Secretario de Estado en el de Gobierno y Relaciones Exteriores de esta Corte José Cabero