Obra Gubernativa y Epistolario de Bolívar El Congreso de Panamá
20 RAUL PORRAS BARRENECHEA Agüero y recomendándole el reconocimiento de la independencia peruana y el arreglo de la cuestión de límites . La mejor prueba del talento diplomático y de la visión inter– nacional de Pando está sin embargo en su nota de instrucciones a la legación peruana, encomendada a don Ignacio Ortiz de Zevallos en Bolivia, que lleva fecha de S de Julio de 1826 (14). Es una apre– ciación certera del estado del Perú y de Bolivia, de la necesidad de su fusión permanente para ser una entidad respetable en América. El error de la aceptación de la independencia de Bolivia está reco– nocido por el mismo suscribiente de ella. "El único paliativo que ocurre al patriota de buena fe, desnudo de aspiraciones y superior a los intereses puramente locales-dice este bolivariano claudican– te-es el de la reunión de las dos secciones del Perú en república una e indivisible". Los obstáculos a esa unión, eran, según Pando, tres: las dife– rentes constituciones de los países, la cuestión de la capital y la oposición de Buenos Aires . La primera se resolvía con la adopcióv del Código bolivariano del que Pando era co-autor y apologista. La capital "posponiendo todo apego localista" debía ser Lima, pero po- día sacrificarse este derecho, para no entorpecer "la realización de un plan grandioso". La oposición argentina "los celos e intrigas del gobierno de Buenos Aires y de los emigrados bolivianos" no debe– rían ser tomados en consideración. La Argentina estaba divorciada del plan americanista y no había dado prueba, según Pando, "síno de versatilidad, de suspicacia y de presunción". Bolivia no podía esperar nada de aquel país y "si algún peso ha de tener algún día en la balanza del poder y la civilización ¿no verán con claridad que todo puede temerlo, nada esperar de Buenos Aires"? La similitud étnica y geográfica, el estado deplorable de ambos países, aconsejaba la unión. El problema marítimo de Bolivia se le presentaba en forma clarividente. "¿Cuál sería la suerte de Bolivia si continuase en su actual es– tado de separación? Segregada de comunicaciones fáciles y direc- tas con las potencias europeas y aún con muchas de las americanas se vería como repudiada de la civilización; su comercio sería pre– cario, costoso y dependiente de la voluntad de sus vecinos , pues nadie ignora que el puerto de La Mar es una empresa quimérica que jamás proporcionará ventaja alguna; las importaciones se ha- (14) Pág. 134 de es te volumen.
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