Obra Gubernativa y Epistolario de Bolívar El Congreso de Panamá
EL CONGRESO DE P~ 25 rráneos, como nacidos ambos en el Ecuador (23). El gobierno mexicano aprobó las opiniones de su enviado y lo autorizó para rechazar, ante los gabinetes inglés y francés la tregua propuesta por Colombia, la que consideraba inaceptable dado los pac– tos existentes entre Colombia y los demás países americanos, para no negociar con España y menos aún independientemente de los demás hallándose convocado el Congreso de Panamá. Los dele– gados peruanos, en cambio, a pedido del agente colombiano en Lima, recibieron la orden de colaborar con Hurtado en Londres en la gestión de la tregua iniciada por Colombia (24). Pando , que les comunicó tales instrucciones, en señal de acatamiento a Bolívar y a Colombia decia sin embargo al agente colombiano en Lima que había remitido dicho proyecto a los plenipotenciarlos peruanos en Panamá «apoyado en la confianza que el resultado favorable y definitivo de tan importante negociación se sometería al pro– nunciamiento de la Gran Asamblea». El Ministro peruano, cons– ciente del error colombiano, halla así una sutil manera de defen– der los intereses de su país y de sacudir a éste de la exigente tutela colombiana. Intimamente ligado al problema de la paz con España se hallaba e de la futura suerte de Cuba y Puerto Rico, po eídos aún por España. México y Colombia ambicionaban anexar se esas islas; Estados Unidos vigilaba que éstas no fueran adquiridas por nin– guna potencia europea, pero prefería que siguieran bajo la domi– nación española a que se independizaran o anexaran a otra nación americana. Este interés primordial de los Estados Unidos motivó u atención sobre el Congreso de Panamá, en cuyo cuestionario se había propuesto por Colombia la discu ión de la suerte de las dos islas. Para la Argentina la inclusión de la cuestión cubana fué una nueva prueba de las tendencias hegemonistas de Colombia, la que pretendía que el congreso resolviera si las islas podían di - poner de su suerte o agregarse a otro Estado. Esto para el gobier– no argentino era una manifestación de que los pueblos empezaban a sufri r «el pus de la intervención». El gobierno del Perú, por su parte, representado por Pando, dijo al de Colombia (mayo 19 de 1826) que aceptaba la sugestión estadounid nse de cel brar la paz con España, reteniendo ésta Cuba y Puerto Rico, pero que ;:> taba también dispuesto, para el caso de que fracasaran las n go- (23) La nota de Rocafuer te en el Archivo Diplomático Mexicano, Núm. 19, pág. 22. (24) Pág. 303 de este volum n.
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