Obra Gubernativa y Epistolario de Bolívar El Congreso de Panamá

28 RAUL PORRAS BARRENECHEA se había resistido desde 1823, a aceptar el plan del Congreso de Panamá, negándose a firmar con Mosquera el tratado que éste le propuso semejante a los firmados por Colombia con el Perú y Chile. Invitadas las Provincias Unidas del Río de la Plata, por el Perú, a concurrir al Congreso de Panamá, el Presidente Las Heras contestó que había sometido el asunto a la consideración del Con– greso General Constituyente (24 agosto). El 9 de setiembre con– testaba, autorizado por el Congreso, aceptando la invitación y anun– ciando que sus plenipotenciarios no llegarían dentro del plazo señalado, pero que tomarían parte en las discusiones de la asam– blea. Un criterio realista parece inspirar esa comunicación, en la que se propugna principalmente la celebración de tratados comer– ciales, sobre la base de «la libre concurrencia de la industria». Según aparece de algunas notas cambiadas entre el representante argentino en Lima, don Ignacio Alvarez Thomas y la cancillería peruana, la invitación al gobierno de Buenos Aires, se hizo por pro– pia sugestión del agente argentino, afirmación que fué rectificada por este en el sentido de que la invitación había sido espontánea (30). El hecho es, sin embargo, que espontánea o provocada la invitación, el gobierno de Buenos Aires no tuvo nunca la intención de concurrír a Panamá ni de confederarse con los países libertados por Bolívar. Con un criterio positivo capaz de reaccionar sobre las líricas efusiones del momento, previó la ineficacia de planes tan vastos y sospechó siempre de que ellos no significaran en el fondo un intento de hegemonía colombiana sobre todo el continente. «La influencia que tendría en las deliberaciones la República de Colom– bia - dijo ya como razón descubierta y fundamental en el mani– fiesto con que anunció su no concurrencia al Congreso de Panamá– sin que ella la ejerza de hecho, la sola actitud que le han dado los sucesos para poderla ejercer, bastarían para inspirar celos y hacer que se mirase con prevención el ajuste más racional, el pacto más benéfico, el tratado en que se estableciesen con más escru– pulosa igualdad los derechos y los deberes de todos los Estados de la liga» (31). El gobierno de Chile contestó a la invitación peruana que se ha– llaba ligado por convencimiento y por deber al propósito del Congre– so de Panamá, pero que no podría enviar sus plenipotenciarios sin (30) Pág. 188 de este volumen. (31) Velarde y Escobar, Obra citada, pág. 33.

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