Obra Gubernativa y Epistolario de Bolívar El Congreso de Panamá

56 R UL PORRAS BARRE ECHEA Libertador o muerto". Pero en honor a la verdad hay también que decir que aquel se deleitó algún tiempo con el canto de las sirenas monarquistas y que en ese devaneo de su acción genial, se disipó el ensueño que le hizo concebir el Congreso de Panamá. Los plenipotenciarios colombianos experimentaron un gran des– agrado, al conocer o sospechar las nuevas instrucciones peruanas, inspiradas por Pando, en la entrevista que celebraron con ese ob– jeto, con Vidaurre y Tudela, el 6 de abril de 1826. En ella los ple– nipotenciarios peruanos se manifestaron dispuestos solo a concu– rrir a una alianza defensiva, a enviar contingentes de hombres Y dinero, según los casos señalados ya al hablar de las instrucciones, y a reservar la discusión de los asuntos de comercio y fronteras para el trato directo e independiente en ocasión de igualdad entre el Perú y Colombia. Los delegados peruanos estimaban que los arreglos podían hacerse en muy pocos días, en tanto que los colom– bianos declaraban a su gobierno que sería preferible no alterar los pactos existentes desde 1822, que eran mucho más amplios que las propuestas acfuales de los delegados peruanos. Estos se negaron además a instalar el Congreso, sin la previa presencia de los minis-– tros de México, cuya llegada se había anunciado. Entre tanto el ambiente era de desconfianza mutua entre las delegaciones. Circúlaban en el Istmo rumores de que México de– moraba el envío de representantes porque proyectaba antes inva– dir Cuba y de que aquel mismo país había ofrecido a España pac– tar separadamente la paz dejándole a España San Juan de Ulúa y pagándole 60 millones de pesos a cambio del reconocimiento de su independencia. Estas noticias trasmitidas por Gual a los ministros peruanos (63) provocaban el desaliento y las sospechas de unos países respecto de otros. Colombia particularmente, desconfiaba de las intenciones de México. Otra disidencia importante surgió bien pronto entre los pleni– potenciarios. El 28 de febrero había salido de Londres el señor Eduardo Dawkins. Ministro Plenipotenciario de S. M. Británica ante la Asamblea de Panamá. La designación de Dawkins se debía a gestión del Ministro colombiano Hurtado, en Londres. Los dele– gados de Colombia pusieron este hecho en conocimiento de los de– legados peruanos Y centroamericanos. Los delegados peruanos ca– recían de instrucciones repecto a la alianza con la Gran Bretaña y los centroamericanos se hallaban autorizados a solicitarla en una ( 63 ) Pág . 239 de este libro .

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