Periódicos: El Pacificador, El Triunfo de la Nación, El Americano, Los Andes Libres, El Sol del Perú
DECIMA.. La dósís ex.nberante De comparsa refundente 1 Beligera y connibenre E ignifere-sulfurantc Viene á ser quamt pedante Del Censor extraordinario Que parli-prosa al erario Tránsito vindicativo> . Variando y.... Si mas escribo; M1 sale un Depo;iturio. Paraltlo entre un tirano 1 un re,y c1ns– titucümaJ. Basta, para profesar un ódin tter· DO á la tirania, canecer Jo~ ma ks que causa a la humanidad. La ignorancia, la miseria, la depravacion dt: las na– ciones soa sus primeras y mas inme– diatas conse~uencias. La atrocidad , la jnjustkia, la depredacion son sus ac– ~iones habituales. z Quién no la abor– l'ecerá, t:lo solam'ente ·para sufrirla, sino tambien para exerc\!rla? z Qué rey ha– brá cuyo corazon conserve vestigios de terq_ura y sensibilid.ad, que no se estrl!mezca al contemplar los rnalt!s que el ex·ercicio dd podt!r arbítraliu ha de causar precisamente, aun baxo LID mo· oarca viauoso~· Pnmt!ro -renunciará mil vece¡ á ta corona, que expunttrse ~ ser causa de tan horribles iniqt,ddadt"s. Se cometerári sin saberlo él_; pero Ia igno– raacia no le disculpa. Sepan lus rey~s del universo, que ·ellos son culpables dt! todas las rxtorsion~s, de todas las crueldades, de todos )os d.:litus qtt1:! co– meten los · agentes subalterno'> de Ja tír~ni~. Sepan · y til'mbkn sus conse– cuencias .atormentadas con d remur– dimienco de los males qu~ se hactt11 ~n su nombre y con su podi:r, los oh.liga– rá á que ellos mis.roos disminuyan ~u funesto exc.e'io, y se impongan el fo~no saludable tan temido de' los qui! tienen por- ofkio abusai: de la autoridad de otro. Pero si esta sota consideracion de.be bastar á µn rey humano para abdfoar la tir~nía ; su m~mo interes.· personal debe· hacereela temible y odiosa. :Exa– tnlnemos los· efectos funestos del pod~r arbitrario sobre -el mismo que lo exercc:, y hace sentir á. lQS demas¡ y oos con• 102 vencerémos de que un monarca, cuyo poder está limitado por leyes constitu. donales, es mas feliz y mas poderoso que el· déspota feroz , cuyo capricho es .la única ley del e$tado , y el único lí– mite de su autoridad. Es mas feliz.== Si creen feliz á un rey que puede satisfacer todos los de· seos del momento á costa de la segu 0 r,idad y_ reposo de toda su vida; qu= puedé entregarse á los.vicios mas infa· mes , y embotar el sentimiento del placer; que puede cebarse en la pose– sioE de las riquezas; que puede exec– ca su crueldad sobre ~9S que sean odio· so~, y privarse de los súbditos mas .ilus· tres; no hay duda que el déspota es feliz. Pero si la saludable icpp9ten· cia de hacer el mal es una verdadera fdicídad, si la imposibilidad dé sa,ti$– facer los deseos criminales es mejor me· dio de aniquilarlos; si · el amor de los bon bres es un elemento c~ncial d.e una existencia feliz; si la seguridad de la vida y de los bienes es t,m bie~, no ha1 hombre mas ir;afeliz . que un tirano. N'? hay Il?Omento en que .m.o dt.:ba temer una .sublevacion que ·1'1 despoje del trono y de la vida :-s• que si sus cruel.es vejaciones y su in– fausta autoridad no tie.nen )ímite, la paciencia de los pueb!os lq tiene; sabe que al infeliz subdito á quien h~ de~pojado de todo ., aun le queda UI) pu– ñal. Una p~labra .indiscreta lJ obliga .t cometer otras nuevas. ~u familia es ptran~era para él : no conoce la ámiS– tad, ni alm de nonib.re. La l~ctura. es fastiJi~sa: los terribks libros no le pre• St'ntan sino las funes.tas catástrofes de los ti1 anos. El -incienso de la · adulacion 11! importuna, ya porque 10 goza á todos momentos_,. ya porque conoce Ja indigna baxeza de los cortesacos; p·ero el silencio de los hombres virtuosos ·es aun mas niolesto : porque encierra la tasita reprehens.ion de su& maldades, y las quexas de un poder que ai aun hablar permite. Asi rodeado .alterna– tivamente de temor.es., de fud~s y de remordimientos, está oondenado á. co• meter habitualmente el cámen ., s·in qll@ vea un t~rmiao, d-e iU ctueldad ru de su illfortuoio.
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