Periódicos: El Pacificador, El Triunfo de la Nación, El Americano, Los Andes Libres, El Sol del Perú

4 c;ristiano a1~uno pueda oír semejantes bta5femias sin horrorizarse, y sin ex· clamar" ilustracion, ilustracion y mas ilustr~cion para todo~, y e~ncialmen· te para los encargados del alto minis– ttrio de enseñar y predicar la doctri· na sin igual del Evangelio, tal como . Jesucristo la enseñó y predicó , ·y Ja cnse'ñarón y predicaron los ap~stolcs.. No, por clamar j/ustroeion , he que– rido manífestar ni manifestaré jamas la menor repugnancia a Ja censura legal de la autoridad eclesiástica en órden á libros de religion y costurnbres : pero ne»" trepido en opinar que si al celo de los RR. obispos , se unen la ilustracion y fundamental enseñanza de nuestro dogma, sería del todo vana la perversa intencion de los escritores , enemigos de nu~stra religion revelada. La prue– ba que tengo es, que aun en tiempo de las mayores penas contra los lecto– res y poseedores de libros de mala doc· trina , estos han corddo, y los han leido varios; no siendo el que menos leyó el Señor Tricio, como se echa de ver en su papel. Considérolo cori liceo· cia competente para esta cl~se de lec– t~ra; ..mas la licencia no tcn'dra la vir– tud de aumentar el saber del que la redbe ; por consiguiente , el no haber sido derribado , como derribó á algu– nos el Diccionario de Bay le, segun él mismo afirma, lo deberá a los conoci– mientos que hubiese adquirido, capaces de superiorizar aquellos enc•11ta«ores ti· tik>s , amenidadts, y chiste$ sa1:111a;o1 que tarnbien nota en los escritos de Voltaire y Rouseau en prosa y verso. Nadie disputará sobre la prohibicion de . los libros que condena la pastoral d~l señor arzobispo por de ~ala doctrina. . Merecen en general el mayor. despre· cio por su irreligiosidad ~ señ,aladamen· te el Citad1r; pero dcaístase dtsde luego ~ la . pretension indicada en et:.,,,,,,,;,, especificando que solo ~e ~eflere 4 la lectura de mala moral Yedada por: la lnquisicion antes ' de la i(llprenta libre 'Dmo potéstad eclesiástica, Y. déxcacnoa en.. la libertad .que nos otqrg~µ)as.,~~ye~ sobre los escritos prohibidos por el mismo tribunal como autorid~d civil, que en nada ofenden nu<Jstra religioo ni pertenecen a la inspeccion espi1 itual. Convengo en que sería un increible ser~ vicio expurgar el expuq~atorio, es de– cir, formar un indice nuevo de la$ obras que deben considerarse prohibi· das, y porque seda ·tarnbiende mucha importancia una juiciosa y católica es~ plicacion sobre de'laciones, par!\ qu_~ presentada por un cdoio y sabio e~le~ sibtico, no impu.gnáran las conciencia11 tímidas con Jps sentirnie.otos de la f¿a.~ turalez-a ; pero en ~a.oto e! seflor ar~~ hispo se sirve proporcionar este bj~Q públicó á sus dioc;esanos, y con el fin de desvanecer vulgaridades , sepamos:. que por su nawraleza y pi:opicdad~• la escomunion es , una censu(a eclusiá5· tica , que fulmin~da po~ legí~i{llo pre– lado, por delito g~ay:e, priva de.. i. participacion de los sacraqient~ &c. advirtiendo no caben en el ·buen seo• tido las paparruchas de que se m;aa las .yervas qué el escornulgado pisa , .y cmas de igual jaez admiti~ai en ~I · vulge. . Concluyo, señor Editor, supli• cando 6. V. la iosercion de este pa~ en su periódico, para que el públjco $.e persuada que mi anhelo no ha !ido oi es otro que el ~sclarccimiento de pun- . tos que interesan al reposo de las con"' acacias ; que np solicito cuesdonea da las que ninguna utilidad públic.a ~e sa· que : pretendo si que las leyes protec• toras de º!'le~tr a libertad política , cuya observancia y defensa· he jura~o ~ lemnemcnte , y no seré perjuro ; seaa obserndas sin interpretaciones que las mancillen : 1 conjuro en fin al .Sei;,,t. Trlclo para que ,. penetrado de .mi i~ ·t~ocion y no de los defect·os · ~.·que. inadverti~mcnte pudiera _caer .por es– presarla, me baga· la ju,ticia 4c creer q~c 107 . lil. 4,..,,,, " l&il1Utl'.-.i• t.Qlu. bP..áUI'• •~·· ,11 llv·mu.a.· 122

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