Periódicos: El Pacificador, El Triunfo de la Nación, El Americano, Los Andes Libres, El Sol del Perú

2 turaleza'; imposible organizar las pro· videncias generales que comprenden á dichos ramos; é imposible por último )as particulares que terminan á cada uno. Por exc~nplo y hablando de aque· llas ~la ocupacion de los vagos y oci.o– sos, de las mugeres y los presos·, la prohibicion de n.iouopolios, y de intro· ducciora y extraccion de algunos frutos, géneros ó manufacturas, ya absoluta, condicionada ó modificada, la but:na administr!}cion de propios y arbitrios de los pueblos, el facilitar la circula– cion interior y la. exterior por medio de .la navegacion ; cqsas todas útiles a la agricultura, á las artes., al comercio, ·y al bien general del estado: otras par– ticulares, como el establecimiento de pósitos p:úa sembradíos, que dice rela– cion á la agricultura; el depósi~o. y ven· ta a precio moderado de primeras ma– terias á los artisrns, en favor de las artes prácticas; y el establecimiento de ,factorías y franquicia de algm10.s d~ré­ chos á .\os que transportan cpn embar· caci9nes del' pai~ en .utili~fa~(y prove· cho del comerc10. Y z qué duémos de las leyes suntuarias , de las tásas y ba– xas quando convienen hace.i:sd ¿Qué del monopolio, la usura, el fraude, el con– trabando~ ¿ Qué de las relaciones con extran~eros en lo permitido y adap· .tado~ ~Qué, por fin, del sosiego y :com· portamiento públic~ ~e los ocupados y empleados en los dichos quatro ramos~ ·zQué de la moral, regulatoria de las ~cciones humanas, para que caminen comportados en su objeto y relaciones? De solo el comercio tenemos libros en· t@ros y exáctos reglamentos, ·11enos de ·leyes y disposiciones sabias. Sobre ad- ~inistracion y dist ri~ucion de rentas, aun para este mismo reyno, otros vo– lúm~nes adorna<;los de ideas y nocio· nes ~ que nos imtrllyen , nos avisan, y rest1elven casos muy dificultosos. Qué, z ha creído el Censor, que la economía contraida á las Américas ó á ~stc reyno consiste en sembrar algunas papas ó camotes~ Si ha sido así, se hl;l engañado manifiestamente. Este asunto es vastisimo, y por lo mismo necesita de grandes conocimien– tos. Yo veo que no e~ p·ara tratado en las escasas lin~as de un periódico ; pero sin embargo le diré rapidamente, que nada somos ni valemos, sin el reci..lr~o­ de las ciencias. Ellas perf~ccionan el espíritu y pureza de las acciones con la. teologia y jurisprudencia canónica: con.. servan la salud dd cuerpo; con la me– die in~: la quidud y sosiego de los cill· ~·adanos, ó cuerpo político dtit- estado, con la jurisprudencia civil: persuadrn y rnuéven 11 la vi~tud con la étic3: me– joran todas las artes prácticas y eco· nómicas ton la · filosotia : filosofia si, esa faculqd admirabl~,, que en propie– dad viene á ser, el conocimtéti!:o d~ la ~erda~ ·citlquirida con el discm:so_; esa, qm~ uene·tantos nombres, quamas son las verdades que declara: esa, que ~di­ rigiendo los actos del. entendimiento Se llama Lc·GtcA, gobernaudo' 'lqs de la ·voluntad EncA, tratando del dered1o de gentes JuRISPRUDENCü·, de la se:. ciedád de 'los pueblos Po\.1ncl\ , cte Dios TEoLoGIA NATURAL, de los ~lÍ!~ geles y <lemas espídtus PNEUMA.Ti\– LoGIA, de .imestra alma PsvcoLoGr~, de todb el cuerpo visible'FmcA, de Jás yerbas ·y plantas ·BoTANICA, de la di· nfancion de los cuerpos G:noMETRIÁ,. 'de los astros Ast'RoNoMIA , de los nt.;. meros AR~TMETICA, de lo que tieite ser en . comun y de las ratones ab;– tl'actas ·MRTAFisICA. Vea pues el Ce1t– sor la absurdidad de su aserto' y ~l poco favor que ha hecho á la econó– rbia; á esa virtud, que poniendo ~n estado floreciente la agricutturn, las ar– tes y el comercio '> y proporcionando con buen tinó los tributos, destier~a la mendicidad, ocupa )" mantiene á los habitantes, precave los delitos, hef– .mosea ·y viste las campiñls, puebla las afdeas y ciudades , y por fin ' submi– nis'tra hombres para el campo , para los talleres; para la navegacion, pata las ·iglesias, tribunales, exe-rcitos, ttr· madas y universidade~, énriqueciernio al estado, y dando 'á '.todos medio·s de ·subsistencijl , de comodidad · y pla· cercs inocentes. No canserpos, sin oonodrriiento dd dogma y la moral , del derecho natu– ral y de gentes, y sin saber los obj!.!– tos y relackmes del derecho público, nada puede ordenarse sobre el intere– sante plan de la economía ; y lo con• trario, seria caminar á oscur:is, t'ffi• brutecer.$.e-, y en v~z de hombi:.es dfi· 124

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