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tidad del lance , y las tel'l'ibles consecuen.. cías que puede rendir en daño del estado. Agitado este por un enemigo astuto que lo cerca , y no cesa de excitar toda la-in– terior seduccion , en que fonda sus mejo– res esperanzas ; la. irreflexion , y el capri– cho soplaron el 29 de enero una llaqia que hubiera devorado lastimosamente el reyno t1>do , si yo tan sufrido como interesado en la conserrncion d~ lo que he mantenido a costa de mis des\'elos y conflictos, no hu– biese despreciado los qerechos . del empleo y de mi honra , solo por consultar el bien público , atacado por una convulsion , de q11e la tropa nada supo , y solo se abusó de su servil obediencia (26). Este ha sido el exe de mi deliberacion en semejante com– promiso (27). Mis responsabilidades estan salvas con mi procedimiento, (28) y con la respectiva exclamacion auténtica que lo cla– sifica (29). Sírvase V. E. hacerlo todo des– de luego presente a S. M. para su real co– nocimiento , y providencias de su sobera– no agrado ; miéntras que mi regreso a Es– paña me "facilita presentarme personalmen– te a S. R. P. y contraerme al por menor de sem~jante ocurrencia, en qne me prome– to de la justicia y bondad del monarca to– das las satisfacciones que en mi juicio me– rezco en indemnizacion de mi crédito tan enormemente agraviado. Dios guarde a V. E. muchos alios. =· Lill!a y febrero 11 de 1821. J .oaquin de la Pezuela. = Excmo. Sr. Se– cretario de.estado y del despacho de la guerra. (0 El fiscal de la audiencia del Cu.s· có D. Bartolomé Bedoya , muy con'ocido en todo el reyno por sus .. .• servicios: de– sempeñaba la auditoría sin embargo de pro· lzibirlo las leyes : tal vez por esta razon me– recia toda la co11fianza del Sr. Pezuela; y asz ninguno mas a propósito para autori– zar una protesta reser_vada , hecha se pue– de asegurar algunos dias despues del 29 de enero ; pues que en las contestariones de es– te din no se hace mencion de ella como era 'regular, si a S. E. se le hubiese ocurrido entonces. . (2) Y por la opinion general bien ex– presada desde el momento que se encargó del mnndo , y bien indicada mu,y de ante· mano , cosa que calla S. E., no debiendo, por que es circunstandas de mucho interés. · (3) Las consecumcias quf' podian temer– se, Fra únicamente el que S. E. , familia y nllf'gados, incluso el Sr. auditor, fuesen vírtimns del odio público que se habian ad– quirido; la justa causa Jamas ha estado mas segura, ni nunra Sf' ha hecho mas por ella; y se puede qfirmar que el entusiasmo de qur. estaba inflamado el exercito en su im– ponente posicion , era la garantía mas fir· 1nf' de nuestra seguridad: (4) En su mano estuvo remediarta an– tes del 29 de enero ~ energicas indicaciones se le hicieron '1l intento : ellas se publica· rán quando convenga. ( 5) ¡ Decisivas ! : asi se pintaron algo– bierno : asi arrancarnn el nombramiento de virey , que .fué lo mismo que decretar con probabilidad la pérdida de la América dP.l Sur : conocimiento que no se ocultó al Sr. Abascal antes de entregm· el mando a su sucesor, segun se di(:e. (6) El eco de las batallas de Vilcapu– gio, Ayouma, y Wiluma que aquí sabtmos lo que han sido .11 en el otro mundo st ig– nora lo que fueron , han puesto al Sr. Pc– suela en el alto gobierno del 1:ireynato quan– do menos lo esperaba : su conducta militar y política despues puso a los pueblos tn el deseo de que fuera releva do , y a los ge· fes de exercito en la necesidadde proceder a su execucion : este acto está justificado de necesario quando menos por la unanimidad de votos en todo el Perú expresado docu– mentalmente. (7) La conducta de los ge.fes , á quienes insulta el Sr. Per.uda despnliado por que lo han conocido , los pone a cubierto de sus perversos y calumniosos tiros : es verdad que son jóvenes ; prro no licenciosos : y lijos de traer la indisciplina a estos paises , trr{je– ron el órdr::n que en el dia hace brillar tan– to a los cuerpos del exercito en todo d Pe– rú, despues de haber luchado incesankmen– te con los franceses por la causa de la na– cion, en una guerra de que S. E. jamas ha podido adquirir idea exacta. Las pro– vincias del nito Perú hasta la de Salta los vindicarán de la inhumanidad que sé les im– puta : y el flUevo mundo en fin, decidirá al– gun dia quienes de quantos en él han te– nido la precision de manejar la espada, lt: han tributado mas respeto, y han respeta– do mas sus habitantes. Es bien de sentir que S. E. ,se haya olvidado tan pronto d.e co– mo liiso la guerra en el Perú , y del to– do ignore como la hicieron sus sucesores, a quienes '!ficialmente reprendió de moderados. (8) Si el espíritu de venganza hubie– se conducido a los gifes del exercito que subscribieron , sobrados medios tenian en el odio general con que se miraba al Sr. Pe– zuela para satisfacer sus deseos : léjos de es– to lo$ hemos oido varias ocasiones compa– dece.r afectuosamente la situacion del reyno, y la suya propia ; y jamas les hemos no– tado otra ambician que la de la gloria na– cional. El servilismo que respira el Sr. Pe– zuela , dictó. el resto de este articulo impos· tor: todos lo conocrmos : S. E. dista tanto de los sentimientos liberales , como dista dt: la 'Verdad ese criminal papel, tan cuidado– samente publicado por nuestros caros ene– migos: el. trastorno que han sufrido las ideas en lo moral y lo politico ,; cómo podria gus– tarle al Sr. Pezuela .'i ni lo esperabamos, Sr. general, por que sabemos aquello de ,, Pretender que una mision Aplauso tenga entre impíos, Es querer que los judíos Aplaudan la Inquisicion". 137

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