Periódicos: El Pacificador, El Triunfo de la Nación, El Americano, Los Andes Libres, El Sol del Perú

N. •· (i rcalu). 1 EL TRIUNFO DE LA N ACION: DEL MARTES 13 DE FEBRERO DE 1821. Señor Editor. =Sirvas~ P. intertar en su periódico el papel que le dCO.m• pañs, justifict1cion pundonorosa, aunque sensible, de otro que pasé al gobierno e(l agosto ultimo, sobre nuest1·0 estaáo militar; y aJ que muchas , ignorantes unos, ,y mal intencionados otros, no hicieron Ja ,justicia que mi interes por el servicio ·merecia, B. L. M. de V. S. S. S. :e Andres Garcia Camba. Quando por el parte del brigadier Oso· i-io se instruyó el público de los por– meo()(es de la desgraciada batalla del Maypu , se instruyó tambien del mal comportamiento que en d se .le acri· huye á la caballería en aquella Jornada. De .J~s tropas que compusiéroa Ja ex– pedícioo del mando del s~fior Osorio, sabido es el imperfectisimo cstaao etl que se puso en campaña el esquadron de Arequipa; pero el de lanceros del Rey merecía el mas justiHcado eré· dito por Ja clase de hombres que lo componía, su instruccion poéo CO· mun , y perfecto manejo de las diver· sas armas que usaba. Confmo, pues, entre las esperanzas que ofrecía la ac· ticud militar di! este cuerpo y su mal comportamiento en el Maypu, expli– cado en el parte de O.;orio, y dolido del porvenir que ofrecía el mal estado de la mayor parte:: de la tropa de ca– ballería qµe manteníamos en la capital, expuse en 25 de seti~mbre de cB18 al excmo. señor virey don Joaquin Je la Pezllela, por conducto del señor sub· inspector general , el medio que yo - al· canzaba a mejorarla. S. E. no debió es· timar mi indicacion , puesto que nada de Jo que proponía se executó. El objeto en compendio, era llamac la ateocioo 5 de s. E. sobre ta fuerza de que debía constar cada compañia, respecto al ere• cido número de enfermos que comun• mente tienen: qué hombres recomien. dan mas los militares para el servid<> de la caballeria :,qué uniforme seria el mas análogo al p:4.is , mas cómodo y menos costoso: qué qualidades debian tener el armamt!nt:D, montura y equipQ del soldado : qué parte de instrucciotl era la mas necesaria, ya que las circuns• ta-ocias no permitiesen seguir las leccio• ncts de reglatnemo, por el órden en que estao prevenidas; y terminaba diciendo á S. E.: crMucho número de caballería ·sin disciplina é instruccion, y sin gefes }¡ oficiales que sepan mandarla, no sir– ve sino para cubrir de oprobio y de luto la nacion á que pertenece. Es un axioma militar, que el valor cede al órden ' y este principio me obliga a re– comendar á V. E. la instruccion de la caballerfa. Bien reciente tenemos la des– gradada ac:cion del 5 de abril último en las inmediaciones del Máypu, y el parce del general en gefe, en donde se: queja amargamente del mal comporta• miento de la caballeria , señalando en él un oñcial que desobedeció sus órdenes en los momentos mas crític~s. Concluyo, excnio. iefior , suplicando á V. E. mli:e

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