Periódicos: El Pacificador, El Triunfo de la Nación, El Americano, Los Andes Libres, El Sol del Perú

2 por esta arma desgraciada en estos pai· ses , par~ qu~ algun dia pueda, corres• pond1endo á los prec~ptos del general que la mande, dar un día de gloria á la nacion t!ntera , y á V. E. ella misma las gracias por haberh elevado al grado de perfecciÜli que debe hacerla dicnin - guir.Cr NaLia, repito, se practicó al i_n– tt!oto de mi expos icion. Convendré en que el pensamiento no fuese acertado, · y que por esta razon lo desestimó S. E.; pero se me concederá al menos el buen deseo que me llevó á presentarlo; y ase– guro, que el corazon me dolia de ver nuestra caballería t'O el infeliz estado que la teníamos , y podiamos mejorar; y estado que en tQd,1 probabilidad solo des~racias dcbia producirnos un dia. No tardó en anunciarse que San Mar– tín emprendía dese!:.; Chile la ocupacion de la capital del Perú y sus CO'itas; y las noticias recibid::ts por extrangeros, que hacían próxirn a la veriticacion de aquel prnyecto, retan:landolo ó inu– tilizándolo, eran las guias dd gobierno para amrn:ntar 6 Ji, '. ninuir el exército aquartelanJo ó dd<h!Ui-trteLrndo las mi– licias: sist~ma qlle, unido á la constante desercion que padecían !os cuerpos de línea, d~struia seusiblemente su estado tnfütar. Asegúrase por último que San Mar.. tin lkva al cabo su pensamiento de ocu– par el Perú: recélase con fundamento y aumentase la fuerza dt: los cuerpos con reclutas en junio , julio, y agos– to de 1820; per~ no por esto ml'joraba la constitucion dd exército y este sen– timiento IDé obligó á representar al se– ñor virey ef.l 17 de agosto del mismo año, el estado en que yo lo concebia explicando en quanto permitían mis co– nocimientos y la brevl.!dad del escrito sus faltas mas notables: la necesidad de remtdiarlas, y las consecuencias á qué exponíamos una batalJa sin estos requisitos. A este paso mio en favor de la causa nacional porque se intere– saba el decoro de nuestras armas , y nuestro propio honor, se le dieron in– terprt:!taciones poco favorables: no fal– tó quien le graduase de una infraccion de la orJ~nanza, apoyándose sin du– da en el articulo 23 tratado 2 o titu– lo 17 que yo sabia y entendía: y hu- 6 bo otros que l~ graduaron de infun· dado, acostumb~dos a juzgar de ~ tropa por lo que represenca en ·para– da. Pocos fueron los que aplaudiéron mi representacion, porque pocos son en todas partes los sincéros, mediando la primera autoridad , y aunque muchos conQcíaa las verdades que contenía, no era del interes de todos que se represen– tarán. No obstante esta divergencia de opiniones y de intereses , foera mi ma– yor satisfaccion confesar que un exce– sivo celo por nuestro bien me había en– gañado ; pero no quisiera recordarlo, l&s sucesos correspondieron de un mo· do , que aún estremece, á justificar mi exposicion, Quimper de quien yo había dado á 5'. E. una justa idea en ~o de novicn1bre de 1819: -es sorpre– hendido con ignominia .en la Nasc.a·; muerto y pri~ionero tn Paseo el ba– tallon de Victoria y un esqLrndron de Carabayllo por Arenal~s : pac;ase al exército enemigo e.l barallon de NL1man· cia armado y mu11ici0nado: pásanse tambien algunos oficiales de otros cuer– pos entre e!los quatro d ... :! Infante clon Carlos: sepáraose en diciembre otros de este mismo regimiento, imposibili– tados de continuar una campaña activa por su eda.d y ac.ha-ques ;. y prov.eense su.. " -~.~: y entonces se caracr~riza de fundadisima mi exposicion so– bre el estado del exército presentada el 17 de agosto citado, es decir'· z r dias antes que San Martín arribase á las cos– tas del Perú. Presentase por último San Martin, y sabese que había fondeado en Parac:ts, 50 leguas al Sur de la capital, el 8 d~ septiembre úlrimo con su t>xpedicion, cuya fuerza se ignoraba. Para contenec sus progresos y hostilizar quanto era posible á un exércico que se vda en fa necesidad de emplear su infantería en buscar caballos para montar la caballe· I b 1 • "' na , y uscar os en pa1s tan arenoso y falto de recursos para a111dar apié, co– mo las costas del Perú; se manda mar– char al esquadron del Rey qtle apenas kabía sido acuartelado , ni eonocia orra instruccion que la que pudo darle en los días de fieeta el singularisimo intert<> con que su gefe el coronel marques de Valle·umbroso se ocupa en el servicio;

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx