Periódicos: El Pacificador, El Triunfo de la Nación, El Americano, Los Andes Libres, El Sol del Perú

N. (.3 reales). ******************$********************* EL TRIUNFO D E L A N A. C 1 O N: DEL MARTES 3 DE .ABRIL DE 1821. ARTICULO REMITIDO. SEñoR EDITOR DEL TRIVNFo DE consecutivas juntas de corporacione~, LA NACION. == Sírvase V. insertar en su manifestando las urgl'.nci:ts Jd aario, periódico el aurógrafo que acompaíio, con la nectsidaJ. de quiuientos ochen· y hablando á los peruanos, dice. t3. y cinco l1lil pesos Je primera vez, P~RU ANOS: por casualidad han lle- y ciento cincuenra mil á la llegada de gado á mis , manos dos papeles del ti- Ja~ tropas que se aguardaban de Es– tulado Censor números 2 y 3; y ha- paña. Temblo el comercio: arrancó lá· ciendolas en las vuestras con el ruido grimas de los ojos. Lima, la expecra• sonoro del cartel que se fixó en las es- dora Lima , st: quedó como acónita: quinas, designando el lugar de su des- c:-tda qual tixaba en el otro _su sem· pacho, he creído propio de mi obli- hiante. Las circunstancias eran ddica– gacion hablaros, para que os ínstru- dísimas cou motivo á b insurreccion yais de los antecedentes, conozcais el de los reynos limicrofc:s, y se \•islum– origen de su · cólera; y palpando lo'ii braban las empres:!s de aquellos repre– errores políticos y legales que contie- sencantes. P0r fin ~ ace.rrorizado del nen, veais de cerca Jos avance<> d<:l in- amago, form<) su junta, y sin propasar sulco y los arr0jos de la pedanrería: los límites de su misma corporacioo, mas hay , la impostura y la calumnia. protexto el lleno de es;is cancidadt:3 en Escuchadme. distribuciones mensaks, con t.d que no El riculado Censor (ved la última se hablase ni volviese á c0car d punto nota) es el proyectista del comercio de comercio libre, levanrando al t'Ít'c– !ibrc con la n:icion anglicana. Tomó to una aqa, que pasó en forma au· el gusto en aquellas meditaciones, hi- téotica á la superioridad. El Censor, no ja<> de Id silenciosa noche. Se hizo de· sesgó por esto de sus rniras. Fué muy positario d(.! las confianzas extrange- leve o ninguna la impresion de tan es– ras; y creyendo que introducidas con forzados ~acrificios. En el propio año Jiberrad grandes masas, se ha ria el forjó un manifiesto que, puesco en ma· hombre mas t ico de la América, tiró no"> de sus comproyectisrai;, hizo leer y por todo, olvidó esta su patria, bs difundir por lus estrados. Yo, me man– ciudades populosas del Paú, Ja nacion tenia aislado y separado como h~1sta de quien JepenJia, á füpaña, si, Es- aqui de todo trato; privado de: mi na– paí1a p:uria comun. Desde;: entónccs, tivo patrio-•melo; perdídas grandes co– CJLll.! lo fu¿ en princiµios Jel año pasa- moJiJades , sin renta , sin libros, ni do de 1818, empezó a trazar el pbn la m~nor prot'-·cciun. Mic; muchus scr– de su adorable proyecto. Urdió la tra- vicios en el ó1 dm pu lítico, wmo nó m:-t , tegió la tda , solicitó respetos, habian cénit.lo renta , ni yo Ol'CL'sídacl y en tin, no perdoné- arbitrio para lle· de pedirla, fueron mirados aquí con vario á su término. En julio del mismo total prekrmision. Asi me hallaba, pa~ ya lo anugó ni consuhdu d excmo. se· sando. lo que Dios h;i queriJo, qu~mdo ·ñor don Jo;-iquin d~ la PezLiela en dos por ua de~tino in~sperado;, se p~mm6 67

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