Periódicos: El Pacificador, El Triunfo de la Nación, El Americano, Los Andes Libres, El Sol del Perú

3 padre·, tambíen se llaman polític'as; cero, hice una pre·~.unta íntima y de pero no salen de Ja esfera de parcia- precisa necesidad, distinguiendo lo que les ó particulares, ceñidas y concreta- t,.aiau y lo que llevaban. Toqué allí d'as á sus pecl}liares terminos. Un po- ·mismo los p-rincipio.s ó puntos cardi· lítico e¡ tambien particular, pero baxo na les qe la t'conomía. El comercio ac– de muy diversos respetos. Vedlo en tivo (dixe) CJm.duce á su.s agente.s. á un Bruto, que siendo cónsul y padre á estado de gloria y engrandecimienttJ.· un mismo tiempo, al ver el delito de /l/ pasivo á la miseria y abandono. Et su~ hijos en que peligraba la republica, recíproco., un estado medio q(le consulta supo cumplir con las obligaciones· .de el equilibrio y concilia las leyes de 14. cónsul, con esas que dttcián. respecto regularidad; y acto continuo formé al bien general; y olvidó el amor de la siguiente deducion: y siendo del to– p~dr~, al que le llamaba la ternura. do activo para los británicos y mere· Ved ahora peruanos, si confor- pasivo para · nosotros, vienen á ser es· man con estas ideas y sábias máximas p~·citJSas las conveniencias, conocida nues· los dos papeles del Censor. Ved, si ter- t1·a desventaja, y cierta en tQdas ma– minándose el asunto á tan grande y de· neras nuestra ruina. ¿No es cierw, pe– Jicado .objeto, como franquía de puer- ruanos, que con dolor hemos visto f tos y relaciones de comercio con da- estabamos viendo sacar nuestro$ ca'u-: ciones extraugeras, podria tratarse y dales en millones de pesos, quátido Concertarse aqui' con pretermision y mas lo necesitábamos para 'el soste~ sin previo acuerdo de la suprema po· de la guerra , para defendernos l Pµe~ testad. ldlo reflexionando ya, si' os cb- esto que excita el dolor y compasiori l<?cais' en la ~poca del papel 4 de fe- de los advenedizos, es lo que conculca brero de 1819, ó ya en esta en que y quiere el Censor hijo de este su~lo• se halla adoptada la nueva Constitu- como lo oi'réis y veteis en ¡idelant~; cion de Ja mónarquia. Ved si conforma Si.... acabaros, arruinaros, este era $U ~oo las reglas trazadas, esa multitud plan. Eli 'el siguiente expuse, que es.t4: de. ittapcias, expresiones bruscas y gro• liamos padeciendo grandes,, tquivucáéió– seros sarcasmos con que efundió sµ nes, y que lexos de semejante pro• enojo y el hipo rabioso de su cólera. yecco, debíamos buscar otras medidas Ved repito, á cara descubierta esa im- en Ja circunferencia de nuestras· mis– postura, ese testimonio falso, esa ca·- mas facultades. En el quinto, sex.t.o lumnia , ·con que ostentoso y sin ru:. y séptimo, las urgentes pruebas 9ue bor quiere persuadir que yo pedi el solidaban y robustecían aqudla demos~ »istema colonial y reclamé el cumplí- ttación ; al paso qtte, la ruina general miento de la expresada l~y. Entremos de quar.ito ejístia .en el Pe.rú, buques¡ al examen, advirtiendo ante todo, qu~ tnarinetia , frutos , operarios, agricul~ en esta vez no exijo el mas pequeño tilra' economía ' talleres' men'estrales; favor, sino la vista de aurps, que con mercaderes, padeoiendo todos Jos es– toda sencillez ponen en claro la verdad. tragos de una repentina mutacfon. Ha· Mi papel (hé aqu i el proceso) pros- hlé asi, por las circunstancias críticas prospecta en su primer capítulo el en que estiabamos : y ahora en' el <tia asunto sugeto a discusion, con varias expongo~ que jamas será bueno eutre·.., circunstancias anexas y conexas con el gar los caudales del Perú por algodo· liech0. Propone sinceramente sus desig- nes manufacturados y otras frnslerias nios, hablando de todos con decoro; y que roe y destruye la polilla. Para em) sin la mas pC'queña distincion. Notadlo es precisa lá reciprocidad ó proporcion bien: todes españoles, todos buenos, to· de retornos, que es lo que .dixe en ·ese dos compatriotas, vasatlos de uri mis- entonces y repito de nuevo en este., mo ,.ey y profesores de una misnza n· En el octavo (llamo aqui l;t aten– /igion. Esta fué ' política, fué juicio. cion de los espectadores) hablé coa dig.. No distinguí la clase europea y ame- nidad de la nacion anglicana, como ricana, porque no lo inspiraba aquella, asi lo exigía 'la buena educacion·, los ni decía rclacion a nuestro caso. En el principio<> y la policica mor~l ~ ·es·a, tou iegundo, tixé y decidí el t-ema. Al ter- cuya defil1kion ·se ha ·coriradó y- satis~ 69

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