Periódicos: El Pacificador, El Triunfo de la Nación, El Americano, Los Andes Libres, El Sol del Perú
4 fecho el Censor; y luego en continua· cion dixe : mas en el punto de intimo comercio , sh1 prévio acuerdo de Jos res· pectivos gabindes , y de tomar conoci– miento exacto de quanto somos y hay entre nosotros, esto 110 lfJ podemos, por estar fuera de nuestros alcances, y ser (.)puesto al contesto unanime de las leyes. Así hable, y asi lo dixc al final Jd párrafo que t:mpieza, con esta voz, A Ju. de: y luego para comprobarlo, hice una sencilla y natural transicion que ernpie.za, Con este motivo; donde como vereis, trage la historia de las prohi· biciones legales, citando trece ó cator– ce cédulas de tiempos sucesivos, y al– gunas memorils hiscorico·rnercantiles, no para pedir el sistema colonial , ni pena óe muerte ó confücaciones, como iniqua y dolosamente ha querido per– suadirlo el Censor; sino para luc:er ver a la nacion anglicana' con quien ha– blaba, que no estaba a nuestros al– cances; que nos lo prohibian las leyes, y que ese era un. asunto propio de los respectivos gabinetes. Mir4d, peruanos, lo que estoy diciendo; fixaos en ello y pJlpadlo; porque las injurias de esa pluma son atroces, y yo me estoy · defendiendo; porque la justicia y la verdad claman y exigen vuestras con– sideraciones ; en fin , porque en los li· l:ielos S\:: encuentran las voces de idio– tismo, indolenciot, descrédito del Perú y falta de principios. Permitidme aqui hacer un breve paren tesis, y decirle: los principios se sacan del ergo que apura, de las cátedras que se pisan, de los capelos que se visten en las faculta· des de teólogia' canouicas y legales, en el conocimiento de las otras subal· ternas, en el estuJ io exacto de ellas, €n la cleccion de los maestros y buenos Jibros, en la aplicacion constante, y ultimarnentc en un proporcionado re– cept:tculo, porque, echada la agua en vaso muy pequeño , se derrama: no se sacan los principios Je los escritorios, ó de llevar la pluma á un letrado, porque eso solo da pedantería, y una ú oua nocion equívoca y sin apoyo; qua! pe· sado insoportable .:!d iticio, fabricado so· bre cimientos de paja, que luego se caé, luego se desploma. Volvamos : cité pues dicha ley, y lsas otras para atacar al proycctistil ítiCPtc de este negocio; y al mismo tie?mpo', para acreditar al extr:mgero, que no podíamos hacer lo que se solicitaba; no para estragos de una alma compasiva y tierna, que de todo·se aflige y se reciente; . y que tiene la gloria de haberse conducido en los ilustres progresos Je su carrera, de· ft!ndiendo <~l buerfano , sosteniendo á la viuda, amparando al pupilo, y como arrebatando al encarcdado. P\!ru~uos: permitid esta especie de dc>sahogo á mi corazon. Vivo dl! dipagar el fuego, y no de sopbr y promover la discordia. Vivo de consultar la union y fraterni· dad, y no de formar d iv í-;iunes y aca· }orar los ánimos. Vivo tn fin con esta máxima sJbia: b la>..itud y el demasía· do rigor se h.w de ~virar, porque tanto lo lino, como lo otro se oponen á la virtuJ; y luego rúe preguuto. ¿QufJ es b linea tlltre la moral y la política? La equidad. ~~se medio que todo lo suaviza, que compadente mira la Aa– queB humana, los terrores y sustos dd delincu.ente, la falta qm; puede ba– cer á su· fan)ilia' y por otra p<lrte el perjuicio causado, el deliro cometiJo, la segurid~td de la patria, y la vindicta. porque clama la república. Af10'ía, ,si pregunt:lis , á qué me inclino, ó qual es mi alma, sabedlo: á la piedad , á Ja misericordia, porque un sjbio.apo· tegma me dice: mas vale pecar de misericordioso c.¡ue de justo. Esto quiero para mí, en la ·fuente, y en aqud momento inevitable al hombre, pu~·s esto debo practicar en el arroyo ó pequefio manantial de la tierra. La justicia humana se deriva de aquella incalculable de prodigios; pues es prn· ciso buscar conformidaJ, y bac~r coll otros lo qqe quit.:ro y deseo en ese caso. Perdonad el epi·mdio, y volvamos. En d siguil'nte capitulo cometí u.n" prole_psis, manifestando los falsos oro· peles y futiles razonl's del. proyectista: las resolví compcndiosamensc, y luego cerré mi papel con <:Sta cláusula: por último, este es asunto de la sobermiia: termina á franquía de puertos y rela· ciones de coJJJcrcio : 11111bas potencias deben concertarlo. Lo n1is111u qu·:· , ~pit0 ahora, porque <]liando se escribe rnn pulso, y sa consulta la rnón, !li1 ve para todos casos, y no Ju Oi\'l:1sjhcan hi~ épocas. 70
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