Primer Congreso Constituyente
146 PRIMER CONGRESO CONSTITUYENTE vación del Soberano Congreso, y la prosperidad y engrandecimiento del Perú. Pueda yo conseguir estos objetos, y no habrá cosa alguna capaz de excitar mis deseos. Dios guarde a V. E. muchos años. Lima 4 de marzo de 1823.- Excmo. Sr.- José de la Riva Agüero.- Excmo. señor Presidente del Soberano Congreso. CONTESTACION Excmo. Señor- Los nobles sentimientos que tan dignamente expo– ne V. E. en su nota de ayer, relativa al decreto en que se le concede el uso de la banda bicolor, y el grado de Gran Mariscal, admitiendo lo primero, y renunciando lo segundo; han confirmado las justas ideas que tiene el Soberano Congreso de las grandes virtudes patrióticas del ciu– dadano Don José de la Riva Agüero. Pero, al mismo tiempo de oír con agrado la modestia con que solicita V. E. bajar a la tumba en la clase que se halló cuando fue nombrado Presidente de fa República; no pue– de acceder a su solicitud, pues cuando lo hizo Gran Mariscal, no fue sólo como premio de sus heroicos sacrificios en favor de nuestra liber– tad e independencia, en circunstancias bien difíciles, sino también por decoro necesario a la alta dignidad que hoy ocupa, y como un honor de– bido al rango elevado del primer magistrado de la República. Los gue– rreros virtuosos que pelean por considerar nuestros preciosos dere– chos, y derraman su sangre por libertarnos de la esdlavitud, aplaudi– rán una medida que es tan útil a la salvación de la patria, y a la gran– deza de los destinos. Eso no impide que a tan ilustres campeones se les eleve y premie; y el Soberano Congreso ni un momento puede olvi– darse de militares tan beneméritos, estando íntimamente penetrado que a sus trabajos y riesgos inminentes, es debido que la República nacien– te del Perú pueda consolidarse y caminar majestuosamente a su gloria y engrandecimiento. Empero, a esos mismos militares, por su propio carácter les interesa, que el que está a la cabeza de los negocios, el je– fe de la República, el que es superior por su empleo, no sea inferior, en rango a los otros a quienes manda y lo obedecen. Esto lo dictan la política y la experiencia. Así son justas y fundadas las causas que in– fluyeron al soberano Congreso para el decreto de 4 del que rige, y pa– ra no acceder a fa súplica de V. E.: lo que pongo en su noticia para su cumplimiento. Admítala pues V. E., cierto de que en todas sus delibera– ciones sólo se mueve por utilidad del Perú, y para asegurar su indepen– dencia.- Dios guarde a V. E. muchos años.- Lima y marzo 6 de 1823- Excmo. Señor"- Nicolás de Araníbar- Presidente.- Excmo. Señor Presi– dente de la República.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx