Primer Congreso Constituyente
DECRETOS Y COMUNICACIONES 321 al Congreso la demarcación interior del territorio. Los Departamentos son las secciones mayores en que éste se divide; el gobierno superior de cada uno de ellos debe encargarse a un ciudadano que por su repre– sentación y dignidad lleva el nombre de Prefecto, cuyas atribuciones no excederán de lo que sea -conservar el orden y seguridad pública, administrando actos puramente gubernativos con subordinación al Pre– sidente de la República de quien es como un vice-gerente en el terri– torio de su mando. Así inspeccionará sobre el cumplimiento de las le– yes y las obligaciones de los funcionarios, no debiéndose mezclar ja– más en ningún conocimiento judicial. Las provincias están al cargo del Intendente que para cada una de ellas se nombrare, y la autoridad de éste será en su territorio como la del Prefecto en el Departamento; pero con dependencia de él en razón de orden - que por lo que toca a sus funciones deberá ejercerlas libre– mente. Cada distrito pide un Gobernador que lo rija a su vez en los mis– mos términos de modo que teniendo cada uno de estos funcionarios una autoridad propia, dependen todos gradualmente del Gobierno Supremo; porque el objeto es conservar la unidad y la armonía en todas las re– laciones del Estado con la franca y activa administración de las seccio– nes en que se ha distribuido. Las calidades de estos jefes suponen integridad, prudencia y las demás circunstancias que emanan de los requisitos que se han prefija– do. Bien ordenados los distritos lo estarán las provincias bien regi– das éstas, lo serán también los Departamentos; y éstos bien goberna-– dos, lo estará perfectamente toda la República. Así, es preciso, señor, que el jefe de la última fracción de ella cuál es un distrito, reúna las mismas calidades que el del Departamento; porque los habitantes de aquél reúnen derechos no menos nobles que los de éste. Tienen liber– tad, existencia y propiedades, y no porque la casualidad les ha dado na– cimiento en pueblos apartados, han de ser meno~ felices que los que es– tán a menor distancia del poder supremo.- Igualdad, pues, en toda la extensión del Estado, igualdad ante la ley entre los ciudadanos, igual– dad en el ejercicio de ésta entre todas las provincias; un mismo linaje de justicia para todos, vigilancia y celo igual en todo; y al instante ve– remos regocijarse los pueblos en la Patria, concentrarse la opinión y robustecerse la República de un modo que ni de dentro ni de fuera na– die la perturbe. Con este fin, y para dar más acuerdo a la administración de las provincias, consultando juntamente sus derechos se ha establecido en cada capital de Departamento un Comicio o Junta denominada Departa-
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