Primer Congreso Constituyente

458 PRIMER CONGRESO CONSTITUYENTE el de Puno, D. ]ulian Morales por el de Lima, D. D. Felipe Cuellar por el del Cuzco, D. D. Manuel Antonio Colmenares, por el de Huancavelica, D. D. Tiburcio José de la Hermosa por el de Huaylas, D. Ignacio Ortiz de Zevallos por el de Lima, D. D. Francisco Herrera y Oricain por el de Huamanga, D. Bartolomé Zárate por id., D. Joaquín Paredes por el del Cuzco, D. Francisco Pastor por el de Arequipa, D. D. Bartolome Be– doya por idem, D. Ignacio Alcazar por el de Puno, D. D. Nicolas Arani– bar por el de Arequipa, D. Tomas Forcada por el de Lima, D. Francis– co Rodríguez por el del Cuzco, D. José Rafael Miranda por el de Hua– manga, D .]osé Mendoza por ídem, D. Miguel Otero por el de Tarma, D. Toribio Davalas por el de la Costa, D. Tiburcio Arce por el de Huaylas, D. Rafael Mancebo por el de Tarma, D. José Lago y Lemus por ídem, D. Manuel Echegoyen por el de Huaylas, D. Toribio Alarco por el de Huan– cavelica, D. Manuel Ferreyros por el del Cuzco. Todos los cuales a la hora señalada se dirijieron del palacio a la Santa Iglesia Metropolitana a implorar la asistencia divina, mediante la misa del Espíritu Santo, que celebró el Dean gobernador eclesiástico del Arzobispado. Despues de ella, cantado el himno Veni Sancte Spiritus, y hecha una breve ex– hortacion por el mismo gobernador, el Ministro de Estado y relaciones exteriores pronunció en alta voz la siguiente fórmula del juramento: ¿]urais la Santa Religián Católica Apostólica Romana, como propia del Estado: mantener en su integridad el Perú: no omitir medio para li– bertarlo de sus opresores: desempeñar fiel y legalmente los poderes que os han confiado los pueblos: y llenar los altos fines para que ha– beis sido convocados? Y habiendo respondido todos los SS. diputados: si furamos, pasaron de dos en dos a tocar el libro de los Santos Evan– gelios. Concluido este acto, dijo el Protector: si cumpliereis lo que ha– beis jurado, Dios os premie; y sino el y la Patria os demanden. El go– bernador eclesiástico entonó consecutivamente el Te Deum que siguió el coro, en cuyo momento se repitió en la Plaza mayor una salva de 22 cañonazos, renovándose en la del Callao y buques de la Armada nacio– nal, y contestando en la ciudad un repique general que continuó hasta llegar al Salan del Congreso los SS. diputados acompañados del ~efe su– premo, comandantes de los buques de guerra de las naciones europeas que se hallaban anclados en el puerto, General en jefe del ejército, Di– rector general de Marina, Alta Cámara de Justicia, y todas las demas autoridades civiles y eclesiásticas, y corporaciones del Estado, cubier– ta la carrera de tropa, y colgadas las calles con la mayor decencia. El Protector ocupó la silla que estaba bajo del dosel, con una mesa al fren– te, a cuyos lados se sentaron los ministros de Estado, y los diputados en sus respectivas sillas, colocándose la <lemas comitiva en los asien– tos fuera de la barra, asi ·como un concurso numeroso en las galerias.

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