Primer Congreso Constituyente

462 PRIMER CONGRESO CONSTITUYENTE Tercero: Que se le asigne la misma pension vitalicia, que se asig– nó a Washington, a proporcion de las actuales facultades del Estado. Cuarto: Que se decrete levantarle, luego que lo permitan las cir– cunstancias de este, una estatua sobre una columna con inscripciones alusivas a sus servicios, y por ahora que se ponga su busto en la Bi– blioteca nacional. Quinto: Que se le decreten los mismos ho_nores que se le hicieren al poder ejecutivo, como anexos al título de honor que se le ha decla– rado. Sexto: Que sin perjuicio de la pensi6n, continúe disfrutando el mis- mo sueldo que hasta aquí. Fueron todas admitidas. Su autor indicó razones generales en su apoyo. El señor Presidente fundó la primera proposicion, y concluyó: "el general San Martin ha sido un ajente poderoso de nuestra libertad po– lítica: sin el ejército libertador que presentó en nuestras costas, no habrian podido sacudir los peruanos la inmensa montaña que los opri– mía; los esfuerzos por alternar con otras familias del linage humano en el gran círculo de la civilizacion, habrian sido impotentes contra el enorme peso del gobierno Peninsular. El general San Martin ha reuni– do la representacion Peruana y ha puesto a la nacion en el ejercicio de la So.beranía; y con este acto, puede asegurarse, que ha sentado la pri– mera piedra de nuestra libertad y fortuna. Hoy, señor, hoy sale el Pe– rú del seno de la nada política en que estaba sumido, hoy brilla a nues– tros ojos la aurora del bien social. La reunion de los representantes del -Perú ha levantado una valla eterna en estas regiones a la fatidica administracion española, y a toda administracion que pueda alejar de nosotros la benéfica libertad. Es, pues, justo investir al general San Martín con el título de Fundador de la libertad del Perú: él le caracte– rizará entre los héroes que han descollado en la causa comun de las varias secciones de nuestro continente: el será pronunciado con entu– siasmo por los puros labios de nuestra juventud, y el acento venerable de nuestros ancianos, recordandoles, no algun tirano de la historia, sí al ilustre campeon de nuestras libertades". Se aprobaron la primera, segunda, y sexta; y la tercera, cuarta, y quinta se mandaron pasar a una comision especial, para que especifi– case el modo de extender el decreto. El Sr. Presidente nombró para ella a los SS. Cuellar, Alcazar, Bedoya, Mendez, y Aranibar. El Sr. Presidente recibió un pliego del generalisimo San Martin rotulado al Congreso: se abrió y leyó por uno de los. secretarios:

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