Primer Congreso Constituyente

DECRETOS Y COMUNICACIONES 63 Anoche me ha sorprendido en mi gabinete un ciudadano desconoci– do; y al manifestarle mi sorpresa, me ha expuesto que era un patriota, que sabía las necesidades de su patria, que no se le ocultaban mis cui– dados por la falta de recursos y mi afán por solicitarlos; y que pene– trado de tan triste situación venía a ofrecerme todo el dinero que en la actualidad tenía en su poder. En efecto, puso sobre mi mesa una porción de considerable de on– zas de oro, y quiso partir al momento. Vanos fueron todos mis esfuer– zos para detenerlo y saber su nombre. El se retiró diciendo que no te– nía otro fin que socorrer a su patria; y mientras yo le daba gracias en nombre de esa misma patria que le inspiraba tan nobles sentimientos, mientras le decía que con tales ciudadanos no podíamos dejar de ser libres, me ha dejado lleno de admiración, de envidia, de esperanzas y de una exaltación de ánimo que no se calmará jamás. ¡Honor eterno a este Ciudadano modesto; a este virtuoso patriota, que oscurece la gloria de todos los antiguos ejemplos de desprendimien– to patriótico, en que siempre tenía tanta parte la vanagloria y la am– bición de aplauso! Contado el dinero, encontré ciento catorce onzas que se han man– dado enterar en el tesoro público. Regocíjese el Congreso, que es el verdadero Padre de los Pueblos, regocíjese de tener hijos tan benemé– ritos; y libre en ellos con seguridad la esperanza de la próxima liber– tad del opulento Perú.- Señor.- Lima Octubre 24 de 1822.- José de la Mar.- Al Soberano Congreso constituyente del Perú. 61 EL CONGRESO DISPONE QUE SE INSERTE EN LA GACETA Y OTROS PERIODICOS DE LA CAPITAL LA REFERENCIA AL ACTO DE GENEROSIDAD DEL CIUDADANO ANONIMO SECRETARIA DEL CONGRESO DEL PERU Leída la exposición del señor presidente de la Suprema Junta Gu– bernativa sobre la extraordinaria ocurrencia de habérsele presentado un patriota desconocido a poner en sus manos ciento catorce onzas, que en la actualidad hacían todo su dinero, para socorrer las urgencias del te– soro; no sólo manifestó el Soberano Congreso el mayor agrado, sino que excitándose en los señores diputados sentimientos de inexplicable ternura al considerar un hecho tan raro en la generosidad y moderación de los países amantes de su libertad, mandó insertarla en la gaceta y en todos

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