Primer Congreso Constituyente

ACTAS DE LAS SESIONES SECRETAS 239 SESION DEL DIA 30 DE ABRIL Abierta la sesión y aprobada el acta anterior, se dió cuenta del informe de la Comisión de arreglo de Dietas, la cual acompaña el presupuesto respectivo de las que corresponden anualmente a cada Sr. Diputado, a razón de cinco pesos diarios, mitad de la asigna– ción decretada con rebaja de los sueldos y rentas que disfrutan mu– chos señores por razón de empleos seculares (f. 56.) y eclesiásticos. Suscitóse una larga discusión sobre el modo y tiempo en que deberían hacerse los abonos; pero siendo muy avan7.ada la hora, se acordó diferir la resolución para otro día, y se levantó la sesión. (Fdo.) Carlos Pedemonte Presidente SESION DEL DIA 5 DE MAYO Aprobada el acta anterior, propuso el Sr. Presidente que en atención a los servicios eminentes que el Libertador de Colombia ha– bía prestado y prestaba a la causa del Perú, se le debía votar una acción de gracias; y que así mismo habiendo llegado a sus oídos va– rios rumores sobre que el Libertador aun no había resuelto su veni– da al territorio por que no había recibido insinuación alguna del Con– g1eso, consultaba si sería conveniente no sólo dirigirle una invitación, sino también una Diputación <le su mismo seno con el encargo de empeñarle a que viniese. El Sr. Ferreyros dijo, que el asw1to en cuestión era el más de– licado que pudiera presentarse: que por tanto era indispensable bus– car Ja clave de él, y que por cuanto era público que el Gobierno ha– bía oficiado al Libertador invitándolo a que viniese, pedía que el Go– bierno exhibiese la correspondencia oficial con (f. 56 v.) el Liberta– dor en donde ha <le constar qué pasos se han dado para que ven– ga, qué contestación ha dado, y qué aspecto presenta en el día un negocio en que está sin duda altamente interesado el honor del Con– greso: conviniendo enteramente en que era muy justo rendirle las de– bidas gracias pür sus servicios, y muy necesario invitarle para que viniese. El Sr. Orué apoyó la indicación del Sr. Presidente, reflexionan– do sobre la necesidad no sólo de llamarle expresamente por medio de Ja diputación propuesta, sino también de nombrarle Generalísimo de las Armas del Perú.