Primer Congreso Constituyente

ACTAS DE LAS SESIONES PUBLICAS 35 dividuos de su seno para obtener la venida de su Excelencia, y con ella el c~:terminio de b guerra y de la deplorable anarquía que ;1menazaba a esta capital. Se resolvió que en el momento que lle– gase a la Ciudad se le felicitase por una comision, y se nombraron a los Señores Pedemonte Don Carlos, Tafur, Salazar Vicuña, Luna Fe– rreyros y Galdiano, quedando el primero encargado de presidir y di– rigir la palabra, y comunicandosc al Gobierno esta resolncion para las providencias convenientes. Se leyó y aprobó el acta anterior, y se manifestó al auditorio el Boletín número tercero del ejercito e:>.J>edicionario en el que con– firma las noticias recibidas anterio1mente, y que dejan prever los mas prontos y felices resultados cn la campaña que se sostiene en las provincias del sur. El Señor Diputado Sanchez Carrión enviado cerca del Ileroe de Boyacá <lió cuenta de haber absuelto su legación, y segun se desea– ba pues había venido con el Señor Bolívar, y el Señor Presidente le contestó haber llenado los votos del Congreso. El Señor Ortiz Zevallos Ministro Plenipotenciario cerca del Gobierno de Londres manifestó su procsima partida a expedir tan grave en– cargo, y que si sus luces sostenidas por las del Congreso habían po– dido consultar en algun modo el cumplimiento de sus deberes, vaci– laba en desempeñar tan alto destino, separado de una corporacion que dejaba con el mayor sentimiento. El Señor Presidente contestó, que el Congreso se hallaba satisfecho de las cualidades que concu– rrían en su persona, y que partiese a la Isla de Alvion a consultar los intereses del Perú, y a promover el reconocimiento de su inde– pendencia y libertad. Se <lió cuenta de un oficio del mismo enviado, en que solici– taba llevar en su comision al oficial de la Secretaría Don José Da– vila Condemarin, y se accedio a su solicitud. Se procedió a discutir el articulo cuarenta y dos de la Consli– lucion, que se desechó en Ja sesión anterior; y para fixar el numero de almas que había de considerarse para la base representativa de cada Diputado, añadió el señor Mariátegui que en las doce mil al– mas propuestas debía tenerse presente el aumento que resultaría de las fracciones en la poblacion de las provincias, pues se encontrarían algunas que con diez y nueve mil almas tuviesen dos Diputados, y asi proporcionalmente. El señor Aranibar refleccionó sobre lo conveniente que era que se fixasen en diez mil, lo que apoyó el señor Andue– za, y la indicacion del señor Mariátegui fue apoyada por los señores Presidente, Unanue; y declarado el punto suficientemente discutido, se

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