Primer Congreso Constituyente

-Volvió a reunirse en Lima, convocado por Bolívar, el 10 de febrero de 1825, al expirar el pwzo asignado a los poderes dictatoriales, cuando la guerra de la independencia había culminado con las vic– t()IT'ias de ]unín y Ayacucho, y prorrogó dichos poderes por un año más. La ceremonia de instalaci-On del Congreso el viernes 20 de setiem– bre de 1822 fue solemne, según consta en el Acta de dicho día. El pue– blo peruano celebró el acontecimiento como el principio de una épo€a de libertad y p1'ogreso, en tanto que el gobierno estaba en manos de sus le– gítimos representantes. El primer acto de estos, reunidos en la capilla, de la antigua Universidad de San Marcos, en la Plaza de la Inquisición, fue elegir presidente provisional de la mesa directiva, a don Toribio Ro– dríguez de Mendoza, y así rindió el Congreso un justo y merecido ho– menaje a esta figura prócer de la revoluci6n peruana. Luego eligió presi– dente efectivo del Congreso al presbítero don Francisco Javier de Lu– na Pizarro, discípulo del Obispo Chávez de la Rosa en el Seminario de San Gerónimo de Arequipa. El Congreso decidió que la mesa directiva fuese renovada el día 20 de cada mes, y en consecuencia, fueron elegi– dos presidentes del Congreso los siguientes diputados: José de Larrea y Loredo, Juan Antonio Andueza, Hipólíto Unanue (2 veces), Justo Fi– guerola (3 veces), Manuel Arias, Manuel Salazar y Baquífano, José de La Mar, Felipe Antonio Alvarado, José María Galdeano y José Gregorio Paredes. En su sesión inicial, el primer decreto aprobado fue el siguien– te: "QUE EL CONGRESO CONSTITUYENTE ESTABA SOLEMNEMEN– 'l'E INSTALADO, QUE LA SOBERANIA RESIDIA EN LA NACION Y SU EJERCICIO EN EL CONGRESO QUE LEGITIMAMENTE LA REPRE– SENTA". Al día siguiente aprobó otro decreto declarando que asumía los poderes legislativo y ejecutivo, y que este último sería ejercido por una delegación de trres miembros con el nombre de Junta Gubernativa. Con tal centralización de poderes se proponía asegurar la libertad, anr tes de completar la independencia, pero así hizo peligrar la independen– cia y terminó pell'diendo su propia libertad. Setentiún diputados propietarios y veinte suplentes fueron elegidos miembros de este Congreso. Eran los más selectos replT'esentantes del foro, el clero, la magistratura, la ciencia, el comercio, la milicia, y el pueblo en general. Junto con Rodríguez de Mendoza, el gran Rector del Convictorio de San Carlos, estaban sus antiguos y más notables discí– pulos, como ]osé Faustino Sánchez Carrión, defensor del sistema repu– blicano de gobierno y futuro Seoretario General del Libertador Simón Bolívar; Francisco Javier Mariátegui, carolino y magistrado, defensor de la república. También integraron este Congreso algunos miembros

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