Quinto Congreso Internacional de Historia de América
102 LIZARDO GUILLÉN COLLADO MICAELA BASTIDAS PRISIONERA Quizá podría pensarse que Micaela Bastidas al hallarse venci-– da y prisionera de sus enemigos, conociendo de antemano el pensamien-– to de Areche contra los rebeldes, habría de perder aquellos bríos que puso de manifiesto en la guerra y que sería, como mujer, fácil instru-– mento en manos de sus jueces para conocer los entretelones de la con-– tienda y para determinar quiénes fueron los que apoyaron la causa del gran caudillo Túpac Amaru. Si Micaela Bastidas fue di~na colaboradora de su esposo en ia guerra, fue mucho más di~na antes de la muerte. En la confesión que presta ante el Oidor de la Real Audiencia de Lima don Benito de Mata Linares, no pide clemencia, reconoce su acción rebelde la que dice "no ha sido contra el rey ni contra la corona". No delata a los que han co-– jaborado en la rebelión y quizá para salvar a sus parientes de Tam-– burco. en la declaración dice ser natural de Pampamarca. Sin embargo se tiene conocimiento que muchos de sus parientes que residían en Tamburco, en los momentos álgidos de la rebelión, para escapar de los castigos crueles que prometía Areche, abandonaron su pueblo y fueron a refugiarse en algunos caseríos ubicados en las alturas de la quebrada del Pachachaca. En las manifestaciones que prestaron .algunos prisioneros ante las autoridades virreinales para determinar su grado de participación en la revolución, hay frases que resaltan la personalidad de la prisio-– ra y que ponen de manifiesto su heroísmo demostrado en la contienda. Así Francisco de Melina declaró "daba órdenes por escrito y de pa-– labra a varias personas, con más rigor que el rebelde"; agrega "esfor,., zándolos a los indios a la concurrencia de su iniquidad, ya con rue-– gos, ya con amenazas" y "ofreciéndoles que gozarán de libertad como en tiempos de la idolatría". Francisco Cisneros; por su parte declaró que Micaela Bastidas "daba órdenes por escrito y de palabra a las pro,. vincias rebeldes... con más vigor que su marido". Manuel de San RoJ que en su confesión expresó que Micaela "daba órdenes de palabra a los indios, todas enderezadas a la conspiración... excitando a los indios a que se pusiesen en armas". Manuel Galleguillos declaró que "expi,., dió autos fuertes convocando gente con pena de vida, para la expe,., dición del pueblo de Pilpinto", que personalmente fue a Pilpinto, Poma,., canchi y Caylloma, acompañando a Túpac Amaru; que fue a Velille a ayudar a Túpac Amaru que estaba siendo atacado, llevando mil hom-– bres y agregó que había "más rebeldía en ella que en su marido, más arrogancia y más soberbia... se hizo más temible que su marido" y que llegó a expresar que "moriría donde muriese su marido".
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