Quinto Congreso Internacional de Historia de América

124 TEODOSIO !MAÑA CASTRO Luego del ajusticiamiento de Diego Cristóbal Túpaj Amaru y Marcela Castro Puyocahua, los demás familiares y "allegados" fueron condenados a destierro. de acuerdo al reiterado criterio de Benito de la Mata Linares y de Gabriel de Avilés en sentido de borrar todo vestigio de descendencia de los caudillos indios, en estas tierras, para evitar toda futura rebelión. Entre los sentenciados se hallaba Anselmo Túpaj Katari. Mas, quiso el destino que Anselmo quedase en la tierra de sus antepasados. En su informe de 1 9 de abril de 1784, fechado en Lima. el Virrey J áuregui había remitido al Ministro José de Gálvez los "Autos y la nómina ori~inal de ajusticiados y de los condenados a destierro". A tiempo de cerrar la lista de "Los que no son de la Fam~" -refi-– riéndose a la familia de Túpaj Amaru-, el virrey consigna: "Anselmo Tupa Catari. Muria en el Camino" (4). Y bien, persistiendo en nuestas indagaciones, hemos logrado ha-– llar la "fe de muerte". como se llamaba entonces, de Anselmo, junto a las de Cecilia Túpaj Amaru -madre de Andrés-, Narciso Puyoca-– gua, y otros. Dice as•! "Yo Don Buenaventura Loayza cura Rector de piezas e Indios de esta Santa Iglesia Catedral de la gran Ciudad del Cuzco del Peru ,Certifico en quanto puedo, y devo como a Anselmo Tupa Catari Parvulo Indio natural de la Provincia de Sicasica que se hallaba preso en el quartel de la Compañía de Jesus, y muria de acci-– dente natural al que enterré en el sagrario de dicha Santa Iglesia Ca-– tedral con cruz baja. Y para que de ello conste doy la presente a pe-– 'dimento del Señor Don Gabriel de Aviles Coma~dante General de las Tropas de estos Reynos. Y lo firme en esta c:.ttada Ciudad del Cuzco en veinte y ocho de Julio de mil setecientos ochenta y tres ... " (5). Cuando murió, Anselmo Túpaj Katari tenía entre ocho a diez años, y sin duda jamás ha de ser sabido cuál fue el "accidente natural" -como se dice en la partida de defunción- que sufrió. Tal fue el des-– tino del hijo de Julián Túpaj Katari. de cuya íntima relación con el movimiento de José Gabriel es ésta la prueba más concluyente. Cuando el 18 de mayo de 1781 se dio cumplimiento a la terrr-– ble sentencia que Areche lanzó contra José Gabriel Túpaj Amaru y Micaela Bastidas, el hijo menor de ambos, Fernando, tenía nueve años, o diez, a lo sumo. Fue testigo del suplicio de sus padres y de su hemano Hipólito y fue condenado a ser pasado por debajo de la horca. Desde entonces, estuvo junto a Marcela Castro Puyocagua, Dieílo Cristóbal, y su hermano Mariano Condorcanqui. Y, naturalmente, vivió junto a -2\nselmo Túpaj Katari.

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