Quinto Congreso Internacional de Historia de América

AREQUIPA Y LA REBELIÓN DE 1780 135 El segundo pasquín apareció en la misma puerta de la catedral al siguiente día; decía: "Asta quando ciudadanos De Arequipa Abeis de ser El Blanco de tanto pecho Que os imponen por el Rey. Asta quando el sufrimiento A De omitir el Despecho Justo, como injustos pechos Que amenasan y atan presto. Asta quando finalmente Del Silencio an de Abusar Sin dar los debidos premios A tu grande lealtad. Ea Nobles y Plebeyos A quando pues esperamos Que sin perdida de Tiempo Todos no nos levantamos. Tras unos, Seguirán Todos Con esfuerzo Universal, Y dirán que biba el Rey, Y en su Gobierno. muera el mal. Ve el Rey de Ynglaterra Es amante a sus basallos Al contrario el de España Ablo, del Señor Dn. carlos. Aduaneros tenemos Con nuevas pensiones, que las sufran aquellos que son sin calsones. Con justisima rason Quito se alsó. Cochabamba, también y Arequipa por que No? (8). La presencia de este pasquín causó revuelo entre las autoridades, ya que no sólo protestaba contra la aduana, sino que aclamaba al Rey de Inglaterra como "amante a sus basallos" y el proceder de Carlos III era contrario. No hay que olvidar que en estos momentos España se en,., centraba en guerra con Inglaterra por el apoyo que prestó a las trece colonias del norte para que lograran su independencia. Luego que apareció el primer pasquín, el corregidor proveyó Auto al siguiente día para que se hicieran las averiguaciones para encontrar a los autores de los pasquines; asimismo, manifestaba tener conocimiento que por las noches se veían cuadrillas de gentes disfrazadas transitando por las calles, unas a caballo y otras a pie y amenazando con levantarse. En vista de tal situación el corregidor, secretamente, hizo llamar al Cacique Principal y Gobernador del pueblo de San Juan Bautista de la Chimba D. Esteban Condorpusa para que, por las noches, vigile desde su pueblo hasta el puente y descubra quiénes eran los que transitaban a caballo, procurando conducirlos a la cárcel; se le recomendaba que hiciera lo propio con los que colocaban los pasquines; asimismo, dispuso que las puertas de la catedral y demás conventos de la ciudad sean vigilados por guardias desde las ocho de la noche hasta rayar la aurora, no permi,., tiéndase que por las calles la gente se aglomere (9). El tercer pasquín apareció colocado en la puerta de la iglesia de Santa Marta, parroquia que agrupaba a los indios de la Pampa, y decía:

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx