Quinto Congreso Internacional de Historia de América
12 ANTONIO FERNÁNDEZ, DEL CASTILLO La muerte de Carlos III ocurrió diez años después de que Fran,.. cia había reconocido la independencia de los Estados Unidos ( 1778) y un año antes de que estallara la Revolución Francesa ( 1789). Era na-– tural que las ideas de independencia, nacidas en los Estados Unidos, y la filosofía enciclopedista de la Revolución Francesa se fueran ex-– tendiendo tanto en Europa como en América. Ya Francisco Miran,.. da, el héroe caraqueño, había luchado al lado de Washington en la guerra de independencia americana y se encontraba después entre los soldados de la Revolución Francesa ( 1O) ( 11). Cuando la guillotina siega la vida de Luis XVI, el 21 de enero de 1783, los monarcas de Europa pensaron en la posibilidad de que pronto les llegaría su turno si no cuidaban debidamente sus pasos. La situación entre Francia y España fue más que tirante. El monarca es-– pañol da el paso asaz atrevido de invadir a Francia; esto contra la opi-– nión del Conde de Aranda, terminando la inútil aventura con la paz de Basilea que hace a Godoy merecedor del título de Príncipe de la Paz ( 12). Yendo Carlos IV de error en error, se une a Francia por el tra-– ta<lo de San Ildefonso, con el que abre de par en par las puertas de la guerra con Albión, así como con Portugal, sin que fuese obstáculo para ello que la hija del rey de España fuera la esposa del príncipe heredero efe Portugal. Las desgracias para la corona de España se seguían unas a otras con gran rapidez; el 21 de octubre de 1805 tiene lugar la batalla de Trafalgar, totalmente adversa para España; episodio histórico decisivo en la vida de esta noble y poderosa nación que ahora va a ser teatro de la guerra creada por caprichos del poderoso Bonaparte. Es invadida por los franceses; el pueblo, desconcertado, no sabe a punto fijo cuál es la posición de su patria ante los vecinos del norte que habían sido sus aliados. Los reyes dan un bochornoso espectáculo abdicando en fa,. vor de Napoleón y permitiendo que el hermano del advenedizo empera-– dor de los franceses sea designado rey,. mancillando así toda una tra-– dición de patriotismo y valentía creada desde la época de la iniciación de la reconquista en el siglo VIII. Hay motines, barricadas y sangrientos choques contra los invaso-– res; por todas partes se oye el grito de ¡viva Fernando VII! sin darse cuenta el pueblo de que vitoreaba al español que menos lo merecía. Ante esa situación, Pepe Botellas tiene la sensación de vacío: "no tengo aquí ningún partidario", escribía a Napoleón; la nación entera se muestra en nuestra contra, y concluía, "vuestra gloria se hundirá en España'·; así demostraba tener más visión que su soberbio hermano,
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